sábado, 3 de marzo de 2018

Comer después de las tres, engorda


(AZprensa) La Cronobiología estudia las variaciones cíclicas diarias de las hormonas. La actividad de la insulina es máxima al mediodía y se reduce mucho a partir de las siete de la tarde. Por eso es mejor tomar los hidratos de carbono en la comida del mediodía (pan, pasta, arroz, patatas) y cenar proteína con guarnición vegetal.

Según un estudio publicado en el “International Journal of Obesity”, sobre 420 personas con sobrepeso que siguieron una dieta mediterránea durante 20 semanas (comían lo mismo, descansaban lo mismo, hacían el mismo ejercicio, pero la mitad realizaba la comida principal del día antes de las tres de la tarde), los comedores tardíos sólo perdieron 8 kg de media, mientras que el resto perdió 12.

Por otra parte, cenar más tarde de las 21:30 desincroniza el ritmo circadiano y altera la melatonina (hormona del sueño), que a su vez desestabiliza la insulina, favoreciendo un aumento de azúcar en sangre y de grasa corporal.

De igual forma, en aquellas personas que trabajan por turnos variables y/o por la noche, se alteran los ritmos circadianos de las hormonas del apetito (leptina y grelina) y se aumenta el consumo calórico total.

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