(AZprensa) Saturno es el segundo planeta más grande de
nuestro sistema solar con un diámetro de 120.536 Km. Es nueve veces más grande
que la Tierra y cabrían dentro de él hasta 740 Tierras, y su órbita está nueve
veces más lejos del Sol que la de nuestro planeta y casi el doble que la de
Júpiter, concretamente 1.433 millones de kilómetros. Su rápido periodo de
rotación (9,7 Km./s) da como resultado unos días de sólo 10 h. 13’ contrastando
con su lenta velocidad de traslación alrededor del Sol, siendo el planeta más lento
(de los de sus características) de nuestro sistema solar, lo cual hace que
tarde 29,5 años en completar su órbita, el triple que Júpiter. Su eje de
rotación tiene una inclinación de 27º.
No es una esfera perfecta ya que está ensanchado por el ecuador; el diámetro medido por el ecuador es de casi 121.000 Km. mientras que si lo medimos por los polos es de 108.000 Km. Todos los planetas gigantes y similares a Saturno también son ovalados, pero ninguno lo es tanto como Saturno; los factores que contribuyen a darle esta forma son su rápida rotación, su composición líquida y gaseosa y su relativamente baja gravedad.
Está formado por gases y líquidos que circulan sobre un pequeño núcleo rocoso formado por materiales helados que se fueron acumulando cuando se formó el planeta y sobre él una capa de hidrógeno líquido a consecuencia de la enorme presión y las temperaturas que se dan en ese núcleo y que alcanzan los 11.726º C, el doble de la temperatura del propio Sol. La temperatura media en Saturno es de -140º C pero, al igual que Júpiter y Neptuno, irradia más calor que el que recibe del Sol; esto es debido por una parte a la lenta contracción del planeta que libera energía gravitacional, y por otra parte a la energía que se produce por la separación de fases entre el hidrógeno y el helio.
Es el planeta menos denso del sistema solar (su densidad es de 690 Kg./m3), de tal forma que si se colocara sobre el agua flotaría al tener menos densidad que el agua (1000 Kg./m3).
Los 30.000 Km. exteriores del planeta están formados por una atmósfera de hidrógeno (cerca del 95%) y helio (5%), aunque también contiene amoniaco e hidrocarburos (etanol y acetileno) en menor proporción. Al poseer más azufre que Júpiter su color es amarillento, y al girar con velocidades distintas según sea su latitud, se producen en su superficie esas características franjas de color que podemos ver en las fotografías.
Su magnetosfera es la segunda mayor después de la de Júpiter, aunque es un tercio de la de este, y en sus regiones polares se producen auroras por la interacción del viento solar con la atmósfera. Una de las sorprendentes curiosidades de Saturno es su Polo Norte en donde se ven de forma permanente unas capas de nubes con forma hexagonal midiendo cada uno de esos lados 13.800 Km., es decir más que el diámetro de la Tierra.
Saturno está cubierto por tres grandes capas de nubes claramente diferenciadas debido a la distinta temperatura de condensación de las moléculas: la exterior, básicamente de cristales de amoniaco; la intermedia, de hidrosulfuro de amoniaco; y la interior, de agua, quedando todo el planeta envuelto en una niebla permanente. Según se va descendiendo la temperatura asciende, lo que evidencia una fuente de calor interna y se ha detectado cómo en muchas ocasiones se producen chorros de calor que ascienden hacia la superficie dando a la misma unas temperaturas similares a las que existen a esa misma altitud en la atmósfera terrestre. En estas capas de nubes se dan vientos de hasta 500 m/s y se aprecian numerosas tormentas, algunas de ellas llegan a producir rayos 10.000 veces más grandes que los de la Tierra y el tamaño de algunas de dichas tormentas llega a los 5.000 Km., tal como se observó en una de estas tormentas que duró 200 días.
Con todo, la principal característica de Saturno son sus anillos, a pesar de no ser el único planeta que los posee (Júpiter, Urano y Neptuno también los tienen) pero los de Saturno son los mayores y más espectaculares. Dispone en total de 7 anillos, todos ellos muy delgados (menos de 1 Km. de grosor) y están situados en el plano ecuatorial. Su tamaño oscila entre 300.000 Km. de anchura el más alejado y 8.500 Km. de anchura el más cercano. Las partículas que los componen giran a una velocidad de 48.000 Km./h, es decir, 15 veces más rápido que una bala.
La inclinación de los anillos es la misma que Saturno (27º) y cada 15 años se muestran de perfil a la Tierra por lo que en ese momento no es posible observarlos. Realmente si todo el material que forma esos anillos se condensase daría como resultado un cuerpo de no más de 100 Km. de diámetro.
Las partículas que componen los anillos están cubiertas de hielo y por esta razón se ven mejor que los anillos de Júpiter. Más sorprendente fue el descubrimiento realizado en el año 2005 cuando se comprobó que los anillos poseen su propia atmósfera formada por oxígeno molecular que se genera a través del hielo presente en las rocas y partículas que componen dichos anillos.
Saturno tiene casi tantos satélites como Júpiter, concretamente 62 y la razón de que sus anillos permanezcan en su sitio y no se dispersen se debe en buena parte a algunos de estos satélites que actúan como “satélites pastor” que los guían en su órbita alrededor del planeta. Prometeo guía el anillo F desde el interior y Pandora hace lo mismo pero desde el exterior. Atlas hace de satélite pastor del anillo A y Pan actúa igualmente como satélite pastor y es, además, el más cercano a Saturno.
“Curiosidades del Sistema Solar”, una guía completa de los hechos más asombrosos y curiosidades de nuestro sistema solar.
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No es una esfera perfecta ya que está ensanchado por el ecuador; el diámetro medido por el ecuador es de casi 121.000 Km. mientras que si lo medimos por los polos es de 108.000 Km. Todos los planetas gigantes y similares a Saturno también son ovalados, pero ninguno lo es tanto como Saturno; los factores que contribuyen a darle esta forma son su rápida rotación, su composición líquida y gaseosa y su relativamente baja gravedad.
Está formado por gases y líquidos que circulan sobre un pequeño núcleo rocoso formado por materiales helados que se fueron acumulando cuando se formó el planeta y sobre él una capa de hidrógeno líquido a consecuencia de la enorme presión y las temperaturas que se dan en ese núcleo y que alcanzan los 11.726º C, el doble de la temperatura del propio Sol. La temperatura media en Saturno es de -140º C pero, al igual que Júpiter y Neptuno, irradia más calor que el que recibe del Sol; esto es debido por una parte a la lenta contracción del planeta que libera energía gravitacional, y por otra parte a la energía que se produce por la separación de fases entre el hidrógeno y el helio.
Es el planeta menos denso del sistema solar (su densidad es de 690 Kg./m3), de tal forma que si se colocara sobre el agua flotaría al tener menos densidad que el agua (1000 Kg./m3).
Los 30.000 Km. exteriores del planeta están formados por una atmósfera de hidrógeno (cerca del 95%) y helio (5%), aunque también contiene amoniaco e hidrocarburos (etanol y acetileno) en menor proporción. Al poseer más azufre que Júpiter su color es amarillento, y al girar con velocidades distintas según sea su latitud, se producen en su superficie esas características franjas de color que podemos ver en las fotografías.
Su magnetosfera es la segunda mayor después de la de Júpiter, aunque es un tercio de la de este, y en sus regiones polares se producen auroras por la interacción del viento solar con la atmósfera. Una de las sorprendentes curiosidades de Saturno es su Polo Norte en donde se ven de forma permanente unas capas de nubes con forma hexagonal midiendo cada uno de esos lados 13.800 Km., es decir más que el diámetro de la Tierra.
Saturno está cubierto por tres grandes capas de nubes claramente diferenciadas debido a la distinta temperatura de condensación de las moléculas: la exterior, básicamente de cristales de amoniaco; la intermedia, de hidrosulfuro de amoniaco; y la interior, de agua, quedando todo el planeta envuelto en una niebla permanente. Según se va descendiendo la temperatura asciende, lo que evidencia una fuente de calor interna y se ha detectado cómo en muchas ocasiones se producen chorros de calor que ascienden hacia la superficie dando a la misma unas temperaturas similares a las que existen a esa misma altitud en la atmósfera terrestre. En estas capas de nubes se dan vientos de hasta 500 m/s y se aprecian numerosas tormentas, algunas de ellas llegan a producir rayos 10.000 veces más grandes que los de la Tierra y el tamaño de algunas de dichas tormentas llega a los 5.000 Km., tal como se observó en una de estas tormentas que duró 200 días.
Con todo, la principal característica de Saturno son sus anillos, a pesar de no ser el único planeta que los posee (Júpiter, Urano y Neptuno también los tienen) pero los de Saturno son los mayores y más espectaculares. Dispone en total de 7 anillos, todos ellos muy delgados (menos de 1 Km. de grosor) y están situados en el plano ecuatorial. Su tamaño oscila entre 300.000 Km. de anchura el más alejado y 8.500 Km. de anchura el más cercano. Las partículas que los componen giran a una velocidad de 48.000 Km./h, es decir, 15 veces más rápido que una bala.
La inclinación de los anillos es la misma que Saturno (27º) y cada 15 años se muestran de perfil a la Tierra por lo que en ese momento no es posible observarlos. Realmente si todo el material que forma esos anillos se condensase daría como resultado un cuerpo de no más de 100 Km. de diámetro.
Las partículas que componen los anillos están cubiertas de hielo y por esta razón se ven mejor que los anillos de Júpiter. Más sorprendente fue el descubrimiento realizado en el año 2005 cuando se comprobó que los anillos poseen su propia atmósfera formada por oxígeno molecular que se genera a través del hielo presente en las rocas y partículas que componen dichos anillos.
Saturno tiene casi tantos satélites como Júpiter, concretamente 62 y la razón de que sus anillos permanezcan en su sitio y no se dispersen se debe en buena parte a algunos de estos satélites que actúan como “satélites pastor” que los guían en su órbita alrededor del planeta. Prometeo guía el anillo F desde el interior y Pandora hace lo mismo pero desde el exterior. Atlas hace de satélite pastor del anillo A y Pan actúa igualmente como satélite pastor y es, además, el más cercano a Saturno.
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