El próximo fracaso comercial de Carlos Saura

(AZprensa) La última “película” (en realidad es un documental) del famoso director de cine Carlos Saura, se estrenará este próximo año y se titula “Las paredes hablan”. Como hemos dicho, no es una película, sino un documental, pero no obstante se estrenará en salas de cine.
 
En “Las paredes hablan” se aborda el origen del arte y su influencia en la actualidad; en un recorrido que va desde las pinturas prehistóricas a los actuales grafitis que ensucian las ciudades. Como el propio director-guionista-actor reconoce: “Pensamos que ya había bastantes documentales sobre el arte paleolítico y que nosotros teníamos la oportunidad de buscar un camino diferente. Después de recorrer algunas de las cuevas más significativas, descubrimos que había cierta relación entre ese impulso de pintar en las paredes y los grafitis actuales, y nos pusimos a trabajar en ello”.
 
Y así ha sido, ya que el documental se ha rodado en 14 localizaciones diferentes como, por ejemplo: Atapuerca, Altamira, Puente Viesgo, Museo de la Evolución Humana, Safari Paleolítico Vivo de Burgos, etc… para acabar en la basura actual de los grafitis que –salvo honrosas excepciones- no son otra cosa que vandalismo callejero consentido.
 
A todos aquellos “eruditos” y “entendidos en arte” que admiran y valoran los grafitis, les diría que una cosa es “arte urbano” como el que ejecuta ese artista llamado Román Linacero (alias “Sr. Momán”) y que es digno de admiración, y otra cosa muy diferente es lo que tú mismo puedes ver cuando sales a la calle.
Para que salgas de dudas, esto sí es auténtico arte urbano: https://azpressnews.blogspot.com/2018/07/el-arte-urbano-del-sr-moman.html
 
Por lo demás, supongo que “Las paredes hablan” será un excelente documental y un magnífico material educativo, pero como se han empeñado en darle tratamiento comercial como “película” estrenándola en cines, está claro que va a ser un clamoroso fracaso.
 
Este es un claro ejemplo de lo que hace el Ministerio de Cultura, subvencionando (con el dinero de nuestros impuestos) este tipo de “películas” cuya recaudación en taquilla será nula, pero eso a sus productores no les importa porque su negocio consiste en vivir a costa de las subvenciones. Claro que esto de Carlos Saura aún puede considerarse cultura. Peor es lo de esas otras películas que ni son cultura, ni son espectáculo, ni son buenas películas, más bien auténticas bazofias, y que sin embargo se hacen gracias a las subvenciones tras las cuales hay unos irrisorios ingresos de taquilla.
 

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