sábado, 10 de diciembre de 2022

Tendríamos que hacernos espirometrías igual que nos tomamos la tensión

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) provoca la muerte de 3 millones de personas al año y en 2030 será una de las principales causas de fallecimiento relacionada con el tabaco. Ante esta situación, el doctor José Miguel Rodríguez González-Moro, jefe de la Unidad de Neumología de los Hospitales Universitarios Vithas Madrid Arturo Soria y Vithas Madrid La Milagrosa, recomienda a pacientes de riesgo realizarse espirometrías de forma sistemática para prevenir casos de EPOC y acabar con el infra diagnóstico de esta enfermedad que, en nuestro país, alcanza cifras superiores al 70%.
 
“El diagnóstico precoz es fundamental ya que de esta manera el pronóstico y la calidad de vida mejoran a largo plazo. Para lograrlo se deben realizar espirometrías en todos los fumadores mayores de 35 años tanto en atención primaria, neumología, e incluso medicina del trabajo, independientemente de que tengan o no síntomas”, ha apuntado el doctor Rodríguez.
 
La espirometría es una prueba que mide el flujo de aire qué exhala el paciente y a qué velocidad lo hace. A través de una boquilla que está conectada a un espirómetro se pide que, tras unas respiraciones tranquilas, se tome el máximo de aire posible y que se expulse de golpe durante al menos 6 segundos. “Estos pasos se suelen repetir al menos 3 veces para que el espirómetro recoja toda la información de forma objetiva”, ha explicado el neumólogo.
 
El experto, además, ha destacado que el tabaquismo es la principal causa del EPOC desarrollándose en un 30% de los fumadores. “La genética y el tabaco acumulado son los dos factores implicados de forma más marcada en el desarrollo y gravedad de la enfermedad”. Además, ha señalado que en fumadores pasivos que permanecen mucho tiempo en ambientes con humo el riesgo también existe. “Tanto restauradores como camareros, por ejemplo, se han visto muy beneficiados con la prohibición de fumar en bares y restaurantes”, ha indicado el Dr. José Miguel Rodríguez González-Moro.
 
En cuanto a los síntomas, el neumólogo ha explicado que muchos pacientes con EPOC no los experimentan hasta que la enfermedad se encuentra muy avanzada o si los tienen los atribuyen al hecho de ser fumadores o como consecuencia de la edad. “Síntomas como la tos, la expectoración y la disnea o la falta de aire son típicos de la EPOC pero muchas veces no se atribuyen al mismo”.

Aunque la EPOC no tiene cura, hay tratamientos que pueden ayudar con los síntomas e incluso retrasar el progreso de la enfermedad. En este sentido, el neumólogo ha concluido que los cambios en el estilo de vida son imprescindibles. “Dejar de fumar es lo más importante pero también es fundamental realizar actividad física para fortalecer los músculos que ayudan a respirar. Esto sumado a medicamento como broncodilatadores o terapias de oxígeno contribuyen a tratar sus complicaciones “.

En definitiva, tan habitual como tomarse la tensión, tendría que ser hacerse espirometrías, una técnica fácil, sencilla, indolora, rápida y barata. ¿Qué más se puede pedir? Bueno, algo sí: Cambiar el estilo de vida.
 

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