(AZprensa) Hace unos años, abría el buzón de correo y allí tenía todas las semanas los ejemplares de las revistas a las que estaba suscrito, en unos casos mediante pago y en otros de forma gratuita. Hace un par de años, empezó a decrecer el número de revistas en papel que seguían existiendo y ayer, la única que aún recibía, me hizo llegar su último número.
Como podéis ver por la imagen que acompaña, decía que ese era el último número de la revista en papel. Después, y como hacen todas, decían que seguirían editándola pero ya solamente en formato digital.
Los quioscos de prensa, hasta hace unos años, estaban repletos de diarios y revistas; ahora, es muy difícil encontrar algún quiosco, porque la mayoría han desaparecido, y cuando al fin encuentras uno, lo único que ves son paraguas, mochilas, juguetes, bebidas, pasatiempos, fascículos, libros y… suelen tener escondido un par de ejemplares de los periódicos de “mayor tirada”.
En realidad, ¿para qué vas a comprar un periódico si allí sólo vienen las noticias que ya leíste en Internet, oíste en la radio o viste en televisión el día anterior, apenas unos segundos después de producirse?
La prensa impresa no ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos. No se ha dado cuenta que la actualidad ya no está en los quioscos, sino en el móvil que cada persona lleva en la mano y mira 18 horas al día (las otras horas restantes no lo pueden mirar porque están durmiendo). Por consiguiente, en vez de subir los precios cada vez que bajaba la tirada, tenían que haber buscado alternativas en vez de seguir en plan inmovilista creyéndose que son ellos los únicos que llevan la actualidad al lector, una actualidad que ponen a su disposición 24 horas después de haberse producido la noticia, una noticia que a los cinco segundos de producirse ya saltaba a los medios digitales, se propagaba al instante por las redes sociales, y en cuestión de minutos acaparaba los espacios informativos de radio y televisión. ¿Hay alguien que quiera ver en televisión el informativo con las noticias de ayer en vez del informativo del momento actual? Pues eso, tan sencillo, no lo han entendido los editores de la prensa en papel.
Para subsistir, la prensa impresa tendría que haber comprendido que los tiempos han cambiado, que la noticia ya no está en ellos sino en otros medios “instantáneos”. Tendrían que haber buscado alternativas como, por ejemplo, cambiar sus contenidos para que fuesen de ampliación de datos, de opiniones, de entrevistas, de gráficas, de fotografías… en fin, de todo menos noticias de actualidad, porque no hay nada que resulte más anacrónico que dar noticias de “actualidad” 24 horas después de haberse producido, cuando ya todo el mundo las ha visto y oído.
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