Juicio a Caperucita

(AZprensa) Como ahora se están revisando todos los cuentos infantiles para reescribirlos de tal forma que sean "políticamente correctos" bajo el punto de vista actual, también le ha llegado el turno al cuento de Caperucita. Una vez celebrado el juicio por los tristes sucesos acaecidos en el “Cuento de Caperucita” hemos tenido acceso al dictamen final del Tribunal de Justicia, el cual ofrecemos a continuación y en exclusiva a nuestros lectores:
 
“Una vez personados ante este Tribunal todos los involucrados en el “Cuento de Caperucita” y escuchadas todas las alegaciones, dictaminamos:

 
1) Que Caperucita no desconocía que podría encontrarse con el Lobo si atravesaba el bosque.
2) Que tampoco era ajena al hambre del Lobo ni a otros peligros que podían acontecer en tal lugar.
3) Que si le hubiera ofrecido la cesta de la merienda para que el Lobo calmara su hambre no habrían ocurrido los sucesos referidos.
4) Que el Lobo no ataca a Caperucita de inmediato y hay evidencias claras de que primero conversa con ella.
5) Que es Caperucita quien voluntariamente le da pistas al Lobo y le indica el camino a la casa de la Abuela, lo cual la convierte en cómplice.
6) Que cuando Caperucita llega y el Lobo está en la cama con la ropa de la Abuela, Caperucita no se alarma.
7) Que el hecho de que Caperucita confunda al Lobo con la Abuela demuestra lo poco que iba a visitarla, hecho que se tipificaría como abandono de persona anciana.
8) Que el Lobo con respuestas simples y directas quiere, desesperadamente, alertar a Caperucita sobre su posible conducta final.
9) Que luego que el Lobo hizo todo lo posible por alertar a Caperucita sobre lo que sería capaz y ésta no entendió o no quiso entender, al Lobo no le quedó más remedio que actuar conforme a su inclinación natural y a su instinto animal exacerbado por la conducta de Caperucita.
10) Que la madre de Caperucita demostró irresponsabilidad y dejación de funciones propias de una madre al no advertirla de los peligros y dejarla ir sola.
11) Que la Abuela estaba desatendida por sus familiares que la dejaban vivir sola y aislada en el bosque, y sólo muy de tarde en tarde le llevaban una merienda.
12) Que el Cazador que abrió la tripa al lobo y se la llenó de piedras, incurrió en intrusismo profesional y mala praxis médica al no tener ni la titulación ni los conocimientos precisos para ello.
 
Visto lo cual dictamos la siguiente sentencia:
 
1.- Condenamos a Caperucita a tres meses de trabajo comunitario en el Zoo, dando de comer y cuidando a los lobos y otros animales del bosque a fin de que aprenda a conocerlos mejor y no provocarlos con actitudes irresponables.
2.- Condenamos a la madre de Caperucita a pagar una indemnización de 3.000 euros al Lobo por daños morales, otros 3.000 euros de multa por abandono de anciana, y tres meses de trabajos comunitarios en un orfanato para que aprenda las responsabilidades propias de una madre.
3.- Condenamos al Cazador a una multa de 5.000 euros por intrusismo profesional y a pagar los gastos médicos del Lobo, así como una indemnización de 3.000 euros a este. Igualmente –y para evitar otros males- se le retira la licencia de caza durante un año.
4.- Ordenamos que la Abuela sea ingresada en una residencia de la tercera edad para que sea cuidada adecuadamente y viva segura y rodeada de otras personas.
5.- Fallamos que el Lobo quede absuelto de todos los cargos y se le restituya su honor y reputación como especie protegida.
 
Los gastos del presente juicio correrán a cargo de la madre de Caperucita como principal responsable e inductora de todos los acontecimientos que a partir de su dejadez de funciones se fueron desarrollando.
 
Que así se escriba y así conste en todas las nuevas versiones y ediciones del presente cuento”.
 

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