(AZprensa)
Hace poco menos de un siglo los preparados de cocaína se podían encontrar en
las farmacias e incluso en las droguerías y perfumerías, tal como nos relata
este antiguo anuncio, así que no era ilegal comprar cocaína sino que cualquiera
podía comprarla libremente.
Podías
encontrarla en extracto, en loción, en colonia, en polvo, como jabón o como
brillantina. No me extraña que todo aquél que se bañase con ese jabón, se
echase esa colonia o se pusiese esa brillantina, ejerciese una “irresistible
seducción” hacia el sexo contrario.
Hoy
día, ver anuncios como este provocan el asombro y la sonrisa.
Pasan los años, pero hay formas de hablar que nunca deberían perderse…
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