(AZprensa)
El tiempo que pasa desde que el paciente presenta los primeros síntomas hasta
que es diagnosticado de hipertensión pulmonar (HP) es de más de 2 años. Por
tanto, en el momento del diagnóstico, muchos presentan un estadío de la
enfermedad más avanzado.
La
hipertensión pulmonar es una enfermedad grave que se caracteriza por
un aumento de la presión en los vasos sanguíneos que llevan sangre del corazón
a los pulmones (arterias pulmonares). Estos vasos se estrechan y se hacen menos
flexibles, lo que conlleva que al corazón le cueste más bombear sangre y con el
tiempo se debilite.
La
reducción del tiempo en el diagnóstico de la hipertensión pulmonar permitiría
iniciar el tratamiento en una fase más temprana, cuando las arterias y el
corazón están menos afectados y las terapias podrían ser más efectivas;
mientras que, a su vez, podría disminuir la incertidumbre emocional de los
pacientes.
Síntomas
iniciales de la hipertensión pulmonar y su diagnóstico
El retraso en el diagnóstico se debe a que, en ocasiones, los pacientes con HP presenten síntomas poco definidos o inespecíficos. El primero de los síntomas que suele aparecer, y el principal, es la sensación de falta de aire, especialmente cuando se practica ejercicio. Otros síntomas de aparición temprana son la fatiga, el agotamiento rápido, las palpitaciones y, a medida que avanza la enfermedad, distensión abdominal y náuseas cuando se practica ejercicio, aumento de peso debido a la retención de líquidos, síncope (durante o poco después del ejercicio físico), entre otros.
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