(AZprensa)
La evolución de los umbrales de normalidad en diversos parámetros de salud,
como la tensión arterial, los niveles de colesterol y la fiebre, ha sido un
tema de debate en los últimos años. Este fenómeno se relaciona con cambios en
las guías médicas, la práctica clínica y, en algunos casos, con la influencia
de la industria farmacéutica. Aquí se exploran algunos aspectos de cómo estos
cambios podrían haber llevado a un aumento en las consultas médicas y en la
prescripción de medicamentos:
Tensión Arterial
Cambios en los Umbrales: Las guías de hipertensión arterial han experimentado modificaciones significativas. Por ejemplo, en 2017, la American Heart Association (AHA) y el American College of Cardiology (ACC) bajaron el umbral para definir la hipertensión de 140/90 mmHg a 130/80 mmHg. Esta decisión aumentó considerablemente el número de personas clasificadas como hipertensas, lo que podría llevar a más personas a la consulta médica para iniciar tratamientos farmacológicos que antes no habrían sido considerados necesarios.
Impacto en la Práctica Clínica: Con estos nuevos umbrales, muchos pacientes que antes eran considerados normotensos ahora se ven etiquetados como hipertensos, lo que puede resultar en un aumento de la prescripción de medicamentos antihipertensivos.
Colesterol
Redefinición de Niveles Óptimos: Los niveles de colesterol recomendados también han sido revisados. Las guías de manejo de dislipidemias han ajustado los objetivos terapéuticos, especialmente para el colesterol LDL, haciéndolos más estrictos. Esto se ha traducido en una mayor prescripción de estatinas y otros fármacos hipolipemiantes, incluso en personas sin antecedentes de enfermedades cardiovasculares pero con niveles de colesterol que en el pasado no habrían sido motivo de preocupación.
Eficiencia y Racionalidad del Tratamiento: Se ha cuestionado la eficiencia de bajar estos umbrales, especialmente en términos de coste-beneficio para pacientes de bajo riesgo, sugiriendo que podría haber un interés en aumentar el mercado de medicamentos para el colesterol.
Fiebre
Definiciones y Tratamiento: Aunque la fiebre no ha sido tan discutida en términos de cambios en los umbrales, el enfoque en tratar fiebres más bajas con antitérmicos ha aumentado, especialmente en pediatría. Esto puede ser influenciado por la preocupación de los padres y la cultura médica de tratar síntomas más que la causa subyacente.
La reciente investigación llevada a cabo recientemente por Julie Parsonnet y su equipo, en la Universidad de Stanford, apunta que la nueva temperatura corporal normal estaría en torno a los 36 grados y argumentan que las mediciones de Wunderlich se realizaron en una sociedad generalmente más propensa a contraer enfermedades y, por tanto, con temperaturas corporales más altas. Así, con el paso de las décadas esos márgenes han descendido y tenemos que ir acostumbrándonos a rebajar ese umbral de la temperatura corporal normal.
Perspectiva
Crítica
Intereses de la Industria Farmacéutica: Algunos profesionales y observadores han señalado que estos cambios podrían estar influenciados por la industria farmacéutica, que se beneficia de un mayor número de pacientes bajo tratamiento. La expansión del mercado de fármacos para el control de parámetros de salud cada vez más 'normales' es un punto de discusión recurrente.
El
debate Prevención vs. Sobretratamiento: El debate se centra en si estos nuevos
umbrales representan una mejor prevención de enfermedades o si en cambio,
estamos asistiendo a un fenómeno de sobretratamiento, donde se prescriben
medicamentos sin una clara evidencia de beneficio para el paciente,
especialmente a largo plazo.
Concienciación
y Educación: La educación del paciente y la concienciación sobre estos cambios
son cruciales. La comunicación clara entre médicos y pacientes puede ayudar a
evitar la medicalización innecesaria y a fomentar estilos de vida saludables
que podrían reducir la necesidad de medicamentos.
En
conclusión, aunque los cambios en los umbrales de normalidad buscan prevenir
enfermedades crónicas y mejorar la salud pública, es esencial abordar estos
ajustes con un enfoque crítico, evaluando tanto los beneficios como los
posibles riesgos y costos asociados, tanto económicos como de salud para el
paciente.
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
Cuando la Medicina era más humana… “Médico, periodista y poeta”: https://www.amazon.es/dp/1706950551
Cambios en los Umbrales: Las guías de hipertensión arterial han experimentado modificaciones significativas. Por ejemplo, en 2017, la American Heart Association (AHA) y el American College of Cardiology (ACC) bajaron el umbral para definir la hipertensión de 140/90 mmHg a 130/80 mmHg. Esta decisión aumentó considerablemente el número de personas clasificadas como hipertensas, lo que podría llevar a más personas a la consulta médica para iniciar tratamientos farmacológicos que antes no habrían sido considerados necesarios.
Impacto en la Práctica Clínica: Con estos nuevos umbrales, muchos pacientes que antes eran considerados normotensos ahora se ven etiquetados como hipertensos, lo que puede resultar en un aumento de la prescripción de medicamentos antihipertensivos.
Redefinición de Niveles Óptimos: Los niveles de colesterol recomendados también han sido revisados. Las guías de manejo de dislipidemias han ajustado los objetivos terapéuticos, especialmente para el colesterol LDL, haciéndolos más estrictos. Esto se ha traducido en una mayor prescripción de estatinas y otros fármacos hipolipemiantes, incluso en personas sin antecedentes de enfermedades cardiovasculares pero con niveles de colesterol que en el pasado no habrían sido motivo de preocupación.
Eficiencia y Racionalidad del Tratamiento: Se ha cuestionado la eficiencia de bajar estos umbrales, especialmente en términos de coste-beneficio para pacientes de bajo riesgo, sugiriendo que podría haber un interés en aumentar el mercado de medicamentos para el colesterol.
Definiciones y Tratamiento: Aunque la fiebre no ha sido tan discutida en términos de cambios en los umbrales, el enfoque en tratar fiebres más bajas con antitérmicos ha aumentado, especialmente en pediatría. Esto puede ser influenciado por la preocupación de los padres y la cultura médica de tratar síntomas más que la causa subyacente.
La reciente investigación llevada a cabo recientemente por Julie Parsonnet y su equipo, en la Universidad de Stanford, apunta que la nueva temperatura corporal normal estaría en torno a los 36 grados y argumentan que las mediciones de Wunderlich se realizaron en una sociedad generalmente más propensa a contraer enfermedades y, por tanto, con temperaturas corporales más altas. Así, con el paso de las décadas esos márgenes han descendido y tenemos que ir acostumbrándonos a rebajar ese umbral de la temperatura corporal normal.
Intereses de la Industria Farmacéutica: Algunos profesionales y observadores han señalado que estos cambios podrían estar influenciados por la industria farmacéutica, que se beneficia de un mayor número de pacientes bajo tratamiento. La expansión del mercado de fármacos para el control de parámetros de salud cada vez más 'normales' es un punto de discusión recurrente.
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
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