(AZprensa)
La reelección de Donald Trump en las elecciones de 2024 ha provocado una amplia
gama de reacciones alrededor del mundo, reflejando tanto esperanzas como
preocupaciones sobre el futuro de la política estadounidense y sus
implicaciones globales.
Europa
Alemania y Francia: En Europa, especialmente en países como Alemania y Francia, la reelección de Trump genera preocupación. Se teme que su política de "América Primero" podría debilitar aún más las alianzas transatlánticas, especialmente en términos de defensa y comercio. La insistencia de Trump en que los países de la OTAN aumenten su gasto militar y su enfoque proteccionista en el comercio han sido puntos de fricción en el pasado. Las declaraciones de líderes europeos indican una disposición para trabajar con Trump (no les queda más remedio), pero con cautela y un ojo puesto en la autonomía estratégica europea, más dependiente de los dictados globalistas de la “Agenda 2030” que de la soberanía nacional de los respectivos países.
Polonia
y Hungría: En contraste, naciones como Polonia y Hungría ven la presidencia de
Trump como una oportunidad. Ambos países han tenido relaciones positivas con
Trump durante su primer mandato, valorando su enfoque contra la inmigración y
su apoyo a los valores conservadores. Hay un reconocimiento de que Trump podría
seguir siendo un aliado en la lucha contra lo que ellos perciben como
intervenciones excesivas de la Unión Europea en asuntos internos.
Asia
China: La relación entre Estados Unidos y China está en un punto crítico. Trump ha sido conocido por su postura dura contra China, incluyendo aranceles y críticas a las prácticas comerciales. La posibilidad de una política aún más agresiva hacia Beijing preocupa a los líderes chinos, aunque algunos analistas sugieren que la imprevisibilidad de Trump podría ser una oportunidad para negociaciones inesperadas o cambios en la política exterior china.
Japón
y Corea del Sur: En Japón y Corea del Sur, la reelección de Trump genera una
mezcla de alivio y preocupación. El alivio viene del hecho de que Trump ha sido
un firme opositor al régimen de Corea del Norte y ha reforzado las alianzas
militares en la región. Sin embargo, su imprevisibilidad y la presión para que
estos países contribuyan más a su defensa generan incertidumbre sobre la
estabilidad de las alianzas tradicionales.
Oriente
Medio
Israel: Israel ha recibido con entusiasmo la reelección de Trump. Durante su primer mandato, Trump mostró un fuerte apoyo a Israel, incluyendo el reconocimiento de Jerusalén como su capital y el traslado de la embajada estadounidense allí. La expectativa es que Trump continuará con políticas que favorezcan a Israel, aunque esto podría exacerbar las tensiones con los palestinos y otros actores regionales.
Irán:
Irán ve la reelección de Trump con gran aprensión. La retirada de Trump del
acuerdo nuclear con Irán y la imposición de sanciones severas han tensionado
aún más las relaciones. Se espera que Trump continúe con una política de máxima
presión que podría llevar a un mayor aislamiento de Irán en la escena
internacional.
América
Latina
México: La relación con México, especialmente en temas de inmigración y comercio, ha sido volátil durante el primer mandato de Trump. Su política de construir un muro en la frontera y su retórica antiinmigrante han creado tensiones. Con su reelección, México se prepara para más negociaciones difíciles, especialmente en torno al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Brasil:
El presidente brasileño Jair Bolsonaro ha expresado su apoyo a Trump, viendo en
él un aliado ideológico. Sin embargo, las políticas comerciales de Trump, como
los aranceles al acero y al aluminio, han afectado económicamente a Brasil, y
se espera que esta tendencia continúe.
Global
South
En muchos países del Sur Global, hay una mezcla de escepticismo y esperanza. Países en África y Asia meridional ven la reelección de Trump como una oportunidad para negociar en un escenario donde Estados Unidos podría estar menos involucrado en la gobernanza global, permitiendo más espacio para la autonomía y nuevas alianzas, especialmente con China. Sin embargo, también hay preocupaciones sobre la reducción de la ayuda al desarrollo y el apoyo a la lucha contra el cambio climático y otras iniciativas multilaterales.
Como se puede ver, la reelección de Donald Trump ha generado un tapiz de reacciones globales, marcado
por una mezcla de optimismo y alarma. Mientras algunas naciones ven
oportunidades en su política exterior "América Primero", otras temen
por la estabilidad de las alianzas globales y el multilateralismo. Lo cierto es
que el mundo observa con atención cómo se desarrollará esta nueva
administración Trump, adaptándose a un escenario donde la política exterior estadounidense
podría seguir siendo tan impredecible como en su primer mandato.
La
portada de la revista “The Economist” mostrando a Trump en el centro del mundo,
lo dice todo.
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
“Cómo dar bien las malas noticias”: https://www.amazon.es/dp/B087L8B63R
Alemania y Francia: En Europa, especialmente en países como Alemania y Francia, la reelección de Trump genera preocupación. Se teme que su política de "América Primero" podría debilitar aún más las alianzas transatlánticas, especialmente en términos de defensa y comercio. La insistencia de Trump en que los países de la OTAN aumenten su gasto militar y su enfoque proteccionista en el comercio han sido puntos de fricción en el pasado. Las declaraciones de líderes europeos indican una disposición para trabajar con Trump (no les queda más remedio), pero con cautela y un ojo puesto en la autonomía estratégica europea, más dependiente de los dictados globalistas de la “Agenda 2030” que de la soberanía nacional de los respectivos países.
China: La relación entre Estados Unidos y China está en un punto crítico. Trump ha sido conocido por su postura dura contra China, incluyendo aranceles y críticas a las prácticas comerciales. La posibilidad de una política aún más agresiva hacia Beijing preocupa a los líderes chinos, aunque algunos analistas sugieren que la imprevisibilidad de Trump podría ser una oportunidad para negociaciones inesperadas o cambios en la política exterior china.
Israel: Israel ha recibido con entusiasmo la reelección de Trump. Durante su primer mandato, Trump mostró un fuerte apoyo a Israel, incluyendo el reconocimiento de Jerusalén como su capital y el traslado de la embajada estadounidense allí. La expectativa es que Trump continuará con políticas que favorezcan a Israel, aunque esto podría exacerbar las tensiones con los palestinos y otros actores regionales.
México: La relación con México, especialmente en temas de inmigración y comercio, ha sido volátil durante el primer mandato de Trump. Su política de construir un muro en la frontera y su retórica antiinmigrante han creado tensiones. Con su reelección, México se prepara para más negociaciones difíciles, especialmente en torno al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
En muchos países del Sur Global, hay una mezcla de escepticismo y esperanza. Países en África y Asia meridional ven la reelección de Trump como una oportunidad para negociar en un escenario donde Estados Unidos podría estar menos involucrado en la gobernanza global, permitiendo más espacio para la autonomía y nuevas alianzas, especialmente con China. Sin embargo, también hay preocupaciones sobre la reducción de la ayuda al desarrollo y el apoyo a la lucha contra el cambio climático y otras iniciativas multilaterales.
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