De cómo un extraño impulso me llevó a indagar sobre la vida de una famosa
pianista noruega de la que apenas se encuentran referencias, quedando
demostrado que “la obra del espíritu nunca muere. Ya sea que la gente lo sepa y
lo entienda o no, la obra del espíritu se comunica y se propaga de alma humana
a alma humana".
(AZprensa) Hace ya muchos años visité en Madrid una
exposición de pintores noruegos. Allí estaban algunos de los cuadros más
famosos de grandes pintores de aquél país, tales como: Harald Sohlberg (mi
favorito), Edvard Munch (el más conocido en todo el mundo, sobre todo por su
cuadro “El grito”), Christian Krogh... y también Erik Werenskiold.
Recorría plácidamente aquellas salas disfrutando de tan
magníficos cuadros... hasta que mi vista se posó en un cuadro de grandes
dimensiones pintado por Erik Werenskiold. Fue ver aquél cuadro y quedar
petrificado. No podía dar crédito a lo que estaban viendo mis ojos. Pero ¿qué
fue lo que causó aquél shock?
El cuadro (ver imagen) representaba a la famosa pianista
noruega Erika Nissen. Fue verla y me resultó imposible apartar la mirada de
aquél cuadro. ¿Qué lo hacía tan especial? ¿Cuál era la razón? ¡Aquella imagen
de Erika Nissen era la propia imagen de mi madre, ya desaparecida unos años
atrás!
Cuando llegué a casa busqué inmediatamente más
información sobre Erika Nissen. Ella murió en 1903... y mi madre nació en 1913.
“¿Se reencarnó Erika Nissen en mi madre?”, pensé. Para aquellos que creemos en
la reencarnación, esto es posible; a veces pueden transcurrir unos años entre
una muerte y la siguiente reencarnación. De ser cierto, esto explicaría muchas
cosas, por ejemplo esa atracción que desde mi infancia he sentido por Noruega y
ha hecho que desde niño me haya sentido más noruego que español. De hecho, cada
vez que he visitado ese país, cada vez que he pisado su suelo, he respirado su
aire... he tenido la sensación de volver a casa, de llegar a mi verdadero
hogar, y esto me ha sucedido siempre, en las seis ocasiones en que he tenido la
fortuna de viajar a ese país, desde mi primer viaje en 1989 hasta mi sexto y
último viaje en 2007.
Después, cuando ves varias fotografías de Erika Nissen,
compruebas que su parecido no lo es tanto como la impresión que refleja ese
cuadro. Pero lo que aquí cuenta es la tremenda sensación que experimenté cuando
contemplé el cuadro, e incluso cuando lo vuelvo a mirar muchos años. En fin, más
allá de estas fantasías poéticas e impregnadas de misterio (como así me gusta
impregnar a todo lo que nos sucede en esta vida), el hecho real e innegable fue
el impacto emocional que me produjo la contemplación de aquél cuadro y el
posterior descubrimiento de algunas curiosas coincidencias. Para empezar –ya he
comentado- Erika murió en 1903 y mi madre nació en 1913, pero no sólo es eso… Erika
Nissen era concertista de piano, y yo, desde niño, he sentido una especial
atracción por el sonido de este instrumento musical; tanto es así que mis
canciones favoritas siempre han sido aquellas en las que el piano juega un
papel protagonista, tal como –por ejemplo- “La bohemia” de Charles Aznavour” o
“For you” de John Denver. Y más relevante aún resulta otro aspecto: La vida de
Erika Nissen fue muy ajetreada, tanto en lo profesional como en lo amoroso, y
según dicen de ella, lo que más deseaba era “volver a casa, vivir de forma
sencilla, convertirse en anciana y sentarse tranquilamente en una silla”; por
eso, al comparar su vida con la de mi madre, compruebo que la vida de mi madre
fue posiblemente esa vida tranquila, estable y familiar que Erika siempre había
soñado y no pudo conseguir.
Como homenaje a ella, y también en memoria de mi madre y
de la impresión que me causó contemplar este cuadro de Werenskiold y lo que
posteriormente leí de Erika Nissen, os invito a conocer su apasionante historia
que, dicho sea de paso, es muy difícil encontrar en Internet y me ha llevado a consultar
numerosas fuentes, la mayor parte de ellas escritas en noruego (aunque debo dar
las gracias a Google que me ha facilitado su traducción)…
Imagen: Óleo sobre lienzo de la pianista Erika Nissen por
Erik Werenskiold.
Comienza el viaje…
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
“El cine y el misterio”: https://www.amazon.es/dp/B0DJF3M3ZW
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