(AZprensa)
El síndrome de acumulación, también conocido como trastorno por acumulación
compulsiva o "hoarding disorder" en inglés, es una condición
psicológica caracterizada por la dificultad persistente de descartar o
desprenderse de posesiones, independientemente de su valor real.
Las personas
afectadas sienten una necesidad imperiosa de guardar objetos, lo que lleva a la
acumulación de grandes cantidades de artículos, a menudo resultando en un
desorden severo en el hogar y en la vida diaria.
Las características principales del síndrome de acumulación incluyen:
Acumulación excesiva de objetos: Guardar cosas que para otros podrían parecer inútiles o sin valor, como periódicos viejos, recipientes vacíos, ropa, etc.
Dificultad para organizar: Las personas con este síndrome experimentan una gran angustia al pensar en descartar objetos, lo que lleva a un entorno cada vez más desordenado.
Problemas funcionales: La acumulación puede interferir significativamente con el uso normal del espacio, dificultando la movilidad dentro del hogar, el mantenimiento de la higiene y, en casos extremos, poniendo en riesgo la salud y seguridad.
¿Es el Síndrome de Acumulación la Antesala del Síndrome de Diógenes?
El síndrome de Diógenes, por otro lado, es un trastorno caracterizado por vivir en condiciones de extrema negligencia personal y ambiental, a menudo asociado con aislamiento social, descuido personal y acumulación de basura. Aunque ambas condiciones pueden parecer similares debido a la acumulación, hay diferencias clave:
Motivación: En el síndrome de acumulación, la motivación es emocional; los objetos tienen un valor sentimental o de seguridad para la persona. En cambio, en el síndrome de Diógenes, la acumulación puede ser más un síntoma de abandono o una incapacidad para cuidar de uno mismo y su entorno.
Conciencia y Reacción: Las personas con síndrome de acumulación suelen ser conscientes del problema, aunque no puedan controlarlo, y pueden sentir vergüenza o preocupación por el desorden. En contraste, aquellos con síndrome de Diógenes tienden a mostrar menos conciencia o preocupación por su situación.
Asociación con otras condiciones: El síndrome de Diógenes frecuentemente se asocia con trastornos mentales como la depresión, la demencia o el aislamiento social, mientras que el síndrome de acumulación puede existir de manera más independiente, aunque también puede darse conjuntamente con trastornos de ansiedad, depresión o trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
Se puede considerar que el síndrome de acumulación puede ser una antesala o un precursor del síndrome de Diógenes en algunos casos, especialmente si no se aborda el problema de acumulación y se agrava con el tiempo, llevando a un deterioro en el cuidado personal y del entorno. Sin embargo, no todos los acumuladores compulsivos desarrollarán el síndrome de Diógenes, y no todos los casos de síndrome de Diógenes comienzan necesariamente con acumulación.
Lo que está claro es que ambas condiciones son complejas y requieren intervención profesional, ya sea psicológica, psiquiátrica o incluso de servicios sociales en casos severos. La clave está en reconocer los signos tempranos de acumulación y buscar ayuda para evitar que la situación se deteriore hasta niveles asociados con el síndrome de Diógenes. La intervención temprana puede mejorar significativamente la calidad de vida de las personas afectadas y prevenir consecuencias más graves tanto para la salud mental como para la física.
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
“La salud desde otro punto de vista”: https://www.amazon.es/dp/B0C2RVJHPG
Las características principales del síndrome de acumulación incluyen:
Acumulación excesiva de objetos: Guardar cosas que para otros podrían parecer inútiles o sin valor, como periódicos viejos, recipientes vacíos, ropa, etc.
Dificultad para organizar: Las personas con este síndrome experimentan una gran angustia al pensar en descartar objetos, lo que lleva a un entorno cada vez más desordenado.
Problemas funcionales: La acumulación puede interferir significativamente con el uso normal del espacio, dificultando la movilidad dentro del hogar, el mantenimiento de la higiene y, en casos extremos, poniendo en riesgo la salud y seguridad.
¿Es el Síndrome de Acumulación la Antesala del Síndrome de Diógenes?
El síndrome de Diógenes, por otro lado, es un trastorno caracterizado por vivir en condiciones de extrema negligencia personal y ambiental, a menudo asociado con aislamiento social, descuido personal y acumulación de basura. Aunque ambas condiciones pueden parecer similares debido a la acumulación, hay diferencias clave:
Motivación: En el síndrome de acumulación, la motivación es emocional; los objetos tienen un valor sentimental o de seguridad para la persona. En cambio, en el síndrome de Diógenes, la acumulación puede ser más un síntoma de abandono o una incapacidad para cuidar de uno mismo y su entorno.
Conciencia y Reacción: Las personas con síndrome de acumulación suelen ser conscientes del problema, aunque no puedan controlarlo, y pueden sentir vergüenza o preocupación por el desorden. En contraste, aquellos con síndrome de Diógenes tienden a mostrar menos conciencia o preocupación por su situación.
Asociación con otras condiciones: El síndrome de Diógenes frecuentemente se asocia con trastornos mentales como la depresión, la demencia o el aislamiento social, mientras que el síndrome de acumulación puede existir de manera más independiente, aunque también puede darse conjuntamente con trastornos de ansiedad, depresión o trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
Se puede considerar que el síndrome de acumulación puede ser una antesala o un precursor del síndrome de Diógenes en algunos casos, especialmente si no se aborda el problema de acumulación y se agrava con el tiempo, llevando a un deterioro en el cuidado personal y del entorno. Sin embargo, no todos los acumuladores compulsivos desarrollarán el síndrome de Diógenes, y no todos los casos de síndrome de Diógenes comienzan necesariamente con acumulación.
Lo que está claro es que ambas condiciones son complejas y requieren intervención profesional, ya sea psicológica, psiquiátrica o incluso de servicios sociales en casos severos. La clave está en reconocer los signos tempranos de acumulación y buscar ayuda para evitar que la situación se deteriore hasta niveles asociados con el síndrome de Diógenes. La intervención temprana puede mejorar significativamente la calidad de vida de las personas afectadas y prevenir consecuencias más graves tanto para la salud mental como para la física.
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
“La salud desde otro punto de vista”: https://www.amazon.es/dp/B0C2RVJHPG
No hay comentarios:
Publicar un comentario