viernes, 10 de enero de 2025

¿Se puede comprar Groenlandia?

(AZprensa) Desde su primer mandato, Donald Trump ha manifestado su interés en adquirir Groenlandia, una propuesta que, aunque a primera vista pueda parecer extravagante, revela dimensiones geopolíticas y estratégicas que merecen un análisis detallado. A continuación, se exploran las cuestiones que rodean la viabilidad de esta intención…
 
Groenlandia, como la isla más grande del mundo (en realidad se descubrió recientemente que son dos islas pero que están cubiertas permanentemente por hielo), posee una ubicación estratégica en el Ártico, una región cada vez más relevante debido al cambio climático y sus recursos naturales. La isla está cubierta de hielo, pero los recursos como el petróleo, minerales raros y potenciales nuevas rutas marítimas debido al deshielo hacen de Groenlandia un lugar de interés geopolítico. Trump ha argumentado que el control de Groenlandia es vital para la seguridad nacional de Estados Unidos, citando la necesidad de mantener una presencia estadounidense en la región para contrarrestar las ambiciones de otros países como Rusia y China.
 
El principal obstáculo para la compra de Groenlandia es su estatus político. Desde 2009, Groenlandia es un territorio autónomo bajo la soberanía de Dinamarca, con un alto grado de autogobierno, incluyendo control sobre sus recursos naturales. Ambas, Dinamarca y Groenlandia, han rechazado firmemente cualquier insinuación de venta. La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, y el primer ministro de Groenlandia, Mute Egede, han declarado que Groenlandia no está en venta y que su gente debe decidir su futuro. Además, la legislación internacional actual no contempla fácilmente la compra de territorios soberanos por parte de otras naciones, lo que añade una capa de complejidad legal.
 
Desde una perspectiva económica, comprar Groenlandia no sería solo una cuestión de poner precio a la isla. Según análisis, Dinamarca recibe subsidios significativos para mantener la infraestructura y el bienestar de Groenlandia, lo que indica que la explotación de sus recursos no es de inmediato lucrativa. Aunque Trump ha mencionado que Groenlandia podría ser un "gran acuerdo inmobiliario", las inversiones necesarias en infraestructuras y la gestión de una población pequeña y dispersa podrían no justificar económicamente la compra.
 
El plan de Trump ha generado reacciones globales, desde el humor hasta la preocupación genuina sobre el imperialismo moderno. La comunidad internacional, especialmente los aliados de Estados Unidos en la OTAN, como Dinamarca, ha visto esta propuesta como una amenaza a la estabilidad y soberanía de los estados miembros. Además, en el contexto de las relaciones internacionales, cualquier movimiento de este tipo podría ser interpretado como una violación de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.
 
Aunque la idea de comprar Groenlandia podría ser atractiva para algunos desde un punto de vista estratégico, la viabilidad de esta intención de Trump es extremadamente baja. La oposición de Groenlandia y Dinamarca, los desafíos legales y los costos económicos, junto con las posibles repercusiones diplomáticas, convierten esta propuesta en más una declaración política que en una posibilidad realista. Trump ha usado esta idea para destacar su política exterior agresiva y su enfoque en la seguridad nacional, pero hasta ahora, parece más bien una estrategia de negociación o un intento de mantenerse en los titulares que un plan viable para la expansión territorial de Estados Unidos.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
“De la Publicidad al Periodismo”: https://www.amazon.es/dp/B0D4KHNVH4

No hay comentarios: