(AZprensa)
El proteccionismo a los conductores a través de medidas obligatorias en el
ámbito de la seguridad vial es un tema de debate creciente, especialmente con
la introducción de tecnologías avanzadas en los vehículos modernos. En este
artículo vamos a comentar cómo estas medidas, aunque en principio puedan
parecer bien intencionadas, pueden llegar a la exageración, a la intromisión en
la libertad individual e incluso al riesgo de accidente por exceso de
proteccionismo…
La
seguridad vial ha avanzado significativamente gracias a tecnologías como los
sistemas de aviso de señales de tráfico, los limitadores de velocidad, los
sistemas de detección de colisiones (frontal y lateral), y los controles de
atención al volante o de mantenimiento del carril. Sin embargo, este aumento en
la asistencia tecnológica ha llevado a algunos a cuestionar si no estamos yendo
demasiado lejos.
Sistemas de
Aviso de Señales de Tráfico y Límites de Velocidad
Aviso de Señales: Los vehículos modernos pueden detectar y alertar al conductor sobre señales de tráfico relevantes, como límites de velocidad o señales de stop. Esto ayuda a reducir la distracción y aumentar el cumplimiento de las normas de tráfico. Sin embargo, para muchos conductores esto disminuye su autonomía y capacidad de juicio.
Limitadores de Velocidad: En algunos países, se está proponiendo o ya se ha implementado la obligatoriedad de limitadores de velocidad inteligentes que ajustan automáticamente la velocidad máxima del vehículo según el límite legal. Esto se ve como una intervención excesiva en el control del vehículo por parte de algunos conductores, limitando su habilidad para tomar decisiones basadas en el contexto inmediato.
Detección de
Colisión y Mantenimiento de Carril
Sistemas de Detección de Colisión: Estos sistemas alertan o incluso intervienen para prevenir o mitigar colisiones frontales o laterales. Aunque han reducido significativamente los accidentes, existe el argumento de que fomentan una dependencia tecnológica que podría hacer que los conductores se vuelvan menos atentos al entorno.
Control de Atención al Volante y No Pisar Líneas: Tecnologías como la asistencia de mantenimiento de carril pueden intervenir si el vehículo comienza a desviarse del carril sin señalizar. La dependencia de estas medidas, al acostumbrarse a ellas, va reduciendo la agudeza del conductor para manejar situaciones imprevistas.
Exagerado proteccionismo
Por una parte, los defensores de estas tecnologías argumentan que el objetivo principal es salvar vidas y reducir accidentes. Los defensores de este control exhaustivo dicen incluso que esto es bueno porque nuestra sociedad “cada vez está más distraída por dispositivos electrónicos”, lo cual es un contrasentido puesto que ahora todos los coches llevan un ordenador de a bordo con una pantalla táctil a la que constantemente mira el conductor e interactúa con ella en vez de estar pendiente del tráfico y del lugar por donde va circulando. Es cierto que las estadísticas muestran una disminución en las muertes por accidentes de tráfico donde estas tecnologías están implementadas, pero esto es lógico porque todas ellas tienden a limitar la velocidad y lo hacen normalmente de forma exagerada.
Para los críticos, este enfoque está llevando a una "automatización" de la conducción humana, donde los conductores se vuelven menos competentes y más dependientes de la tecnología, potencialmente perdiendo habilidades cruciales de conducción. Además, se ha perdido la privacidad ya que toda la información sobre desplazamiento, horarios, etc., queda registrada y almacenada.
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Aviso de Señales: Los vehículos modernos pueden detectar y alertar al conductor sobre señales de tráfico relevantes, como límites de velocidad o señales de stop. Esto ayuda a reducir la distracción y aumentar el cumplimiento de las normas de tráfico. Sin embargo, para muchos conductores esto disminuye su autonomía y capacidad de juicio.
Limitadores de Velocidad: En algunos países, se está proponiendo o ya se ha implementado la obligatoriedad de limitadores de velocidad inteligentes que ajustan automáticamente la velocidad máxima del vehículo según el límite legal. Esto se ve como una intervención excesiva en el control del vehículo por parte de algunos conductores, limitando su habilidad para tomar decisiones basadas en el contexto inmediato.
Sistemas de Detección de Colisión: Estos sistemas alertan o incluso intervienen para prevenir o mitigar colisiones frontales o laterales. Aunque han reducido significativamente los accidentes, existe el argumento de que fomentan una dependencia tecnológica que podría hacer que los conductores se vuelvan menos atentos al entorno.
Control de Atención al Volante y No Pisar Líneas: Tecnologías como la asistencia de mantenimiento de carril pueden intervenir si el vehículo comienza a desviarse del carril sin señalizar. La dependencia de estas medidas, al acostumbrarse a ellas, va reduciendo la agudeza del conductor para manejar situaciones imprevistas.
Por una parte, los defensores de estas tecnologías argumentan que el objetivo principal es salvar vidas y reducir accidentes. Los defensores de este control exhaustivo dicen incluso que esto es bueno porque nuestra sociedad “cada vez está más distraída por dispositivos electrónicos”, lo cual es un contrasentido puesto que ahora todos los coches llevan un ordenador de a bordo con una pantalla táctil a la que constantemente mira el conductor e interactúa con ella en vez de estar pendiente del tráfico y del lugar por donde va circulando. Es cierto que las estadísticas muestran una disminución en las muertes por accidentes de tráfico donde estas tecnologías están implementadas, pero esto es lógico porque todas ellas tienden a limitar la velocidad y lo hacen normalmente de forma exagerada.
Para los críticos, este enfoque está llevando a una "automatización" de la conducción humana, donde los conductores se vuelven menos competentes y más dependientes de la tecnología, potencialmente perdiendo habilidades cruciales de conducción. Además, se ha perdido la privacidad ya que toda la información sobre desplazamiento, horarios, etc., queda registrada y almacenada.
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