(AZprensa) Pequeños cambios climáticos
pueden hacer que el nivel del mar suba o baje hasta varias decenas de metros. Un
equipo liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
ha descubierto que existe una relación directa entre los cambios de la órbita
terrestre y la estabilidad del casquete oriental antártico.
Este trabajo se basa en el análisis
de sedimentos marinos que fueron transportados por icebergs hace entre 2,2 y
4,3 millones de años, y que se han recogido durante una expedición del
Integrated Ocean Drilling Program. Los datos obtenidos revelan que procesos
climáticos naturales pueden aumentar la respuesta de los casquetes polares ante
cambios de energía relativamente pequeños derivados de las modificaciones en la
órbita terrestre; se pueden producir subidas y bajadas del nivel del mar de
decenas de metros. El estudio muestra que hace 2,5 millones de años, cuando las
concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera eran similares a las
actuales, el deshielo del casquete oriental antártico era generalizado.
El análisis de los sedimentos
muestra que la estabilidad del mayor casquete de hielos terrestre está
influenciada por la presencia de la banquisa de hielos en los océanos que
rodean la Antártida. La banquisa es agua de mar helada que forma un escudo
protector alrededor del continente y de los casquetes de la Antártida, y es
susceptible al calentamiento de los océanos generado como consecuencia del
aumento de los gases de efecto invernadero. “La desaparición de la banquisa
puede traducirse en un deshielo de los casquetes y en subidas del nivel del mar
de varios metros”, añade Escutia.
Este estudio ha sido publicado en la
revista “Nature Geosciences”, y
en el mismo han
participado 29 científicos de 12 países. Según el mismo, es posible un deshielo
generalizado del casquete oriental antártico si no se reducen los niveles de
dióxido de carbono en la atmósfera.
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