(Diario El Inefable) Hay ocasiones en que un fracaso se
convierte en un éxito de dimensiones insospechadas; así sucedió en 1958 cuando,
tratando de encontrar un nuevo anticonceptivo, se descubrió el tamoxifeno,
una sustancia de potente efecto
antiestrogénico, pero que carecía de eficacia contrastada como anticonceptivo.
A punto estuvieron de desechar tal descubrimiento, pero el Dr. Arthur Walpole,
un endocrinólogo del equipo investigador, se dio cuenta que este producto podía
combatir el desarrollo de algunos tumores de mama causados por los propios
estrógenos del cuerpo humano. Estudios posteriores realizados en el Hospital
Christie, de Manchester, confirmaron su eficacia y llevaron a su lanzamiento
internacional a comienzos de los años 70. Durante muchos años ha sido no sólo
el producto de referencia en la lucha contra el cáncer de mama, sino el
producto más ampliamente utilizado en todo el mundo para su tratamiento e
incluso, más recientemente, para su prevención.´De esta forma, el
descubrimiento de un pésimo anticonceptivo se convirtió en uno de los más
grandes éxitos en la historia de la Medicina.
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