(Diario El
Inefable) Una encuesta realizada por la agencia de comunicación Berbés refleja
que sólo dos de cada diez españoles
sufre el popularmente conocido como estrés postvacacional. Sufrir un mayor
cansancio o fatiga y notarse anímicamente más bajo son algunas de las
características principales de este proceso adaptativo que, por otra parte, no
tiene nada de extraño ni de patológico.
De entre aquellos pocos que dicen padecerlo,
destacan como principal síntoma el cansancio o la fatiga (6,5%), afectando en
mayor medida a las mujeres. Otras de las señales que asocian al estrés
postvacacional son el desinterés y la falta de motivación en el trabajo (4%) y
la tristeza o nostalgia (4%)... vamos, que ¿quién no va a echar de menos unas
buenas vacaciones?
Lo que resulta más curioso de esta encuesta
es que la gran mayoría de estos síntomas afectan en mayor medida a la población
comprendida entre los 14 y 24 años, que es quien más dice sufrir la depresión
postvacacional, es decir, un sector de la población mayoritariamente sin
trabajo y sin responsabilidades, que vive a la sopa boba en casa de sus padres.
Siendo así, cabe concluir que el síndrome
postvacacional no existe, lo único que existe es la holgazanería, tanto física
como mental.
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