(Diario El Inefable) Sin duda el medicamento del año ha sido Sovaldi,
ese fármaco del laboratorio Gilead con un precio prohibitivo que hacía muy
difícil acceder a él a los pacientes con hepatitis C. Este fármaco alcanzó el
año pasado unas venta mundiales de 8.157 millones de euros, lo que supuso una
bendición para ese laboratorio que vio cómo sus ventas crecían un 114% hasta
llegar a los 20.597 millones de euros... y este año aún más.
Pero el líder indiscutible es Novartis: 44.639 millones de euros a
nivel mundial y 1.075 millones en España. Su joya de la corona es Lucentis, una
terapia biológica contra la degeneración macular que ya le ha reportado el
último año 3.860 millones de euros. El segundo escalón del podio lo ocupa Pfizer (44.929 millones) y la
medalla de bronce es para Sanofi (34.834 millones). Por detrás de ellos quedan
Roche, MSD, Johnson&Johnson, AstraZéneca, GSK y una compañía de genéricos:
Teva. Por lo que se refiere a España, el segundo y tercer lugar lo ocupan
Pfizer (1.025 millones) y Johnson&Johnson que, a través de su filial
Janssen, consigue unas ventas de 867 millones.
En cuanto a los fármacos más vendidos, popularmente conocidos como
“blockbusters”, el número uno es Humira, del laboratorio AbbVie, con unas
ventas mundiales de 10.305 millones de euros. El segundo lugar lo ocupa Lantus,
del laboratorio Sanofi. Una gran parte de estos nuevos superventas son fármacos
de los denominados “terapias biológicas” cuyo proceso de investigación y
fabricación es mucho más costoso que el de los fármacos tradicionales, y de ahí
que su precio de venta sea también infinitamente superior. Ejemplos de este
nuevo tipo de fármacos son: Herceptin, Mabthera y Avastin (Roche), Remicade
(Janssen), Clexane (Sanofi), Enbrel (Pfizer) y el ya citado Lucentis
(Novartis). En cuanto a los otros fármacos, los que no son terapias biológicas,
destaca el antipsicótico Abilify (Bristol Myers Squibb) como uno de los grandes
superventas aunque esté más al alcance del bolsillo que los anteriores.
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