(Diario El Inefable) Estamos tan acostumbrado a oír hablar
del “gasto farmacéutico” que damos por sentado que el empleo de medicamentos es
un “gasto” y, como todos los gastos, es algo que puede y debe recortarse, especialmente
en épocas de crisis. Sin embargo el medicamento es un producto que aporta salud
y la salud es necesaria tanto para una vida satisfactoria como para una vida
productiva; en consecuencia el dinero destinado a medicamentos (siempre que
estos estén prescritos de una forma racional y acertada) no es ningún gasto
sino una inversión, tanto para el plano personal como laboral.
En este sentido, el
presidente de Farmaindustria, Antoni Esteve, ha declarado en el marco del XV
Encuentro de la Industria Farmacéutica Española celebrado en la Universidad
Menéndez Pelayo, de Santander, que durante los últimos años, el sistema
sanitario español ha sufrido una serie de ajustes que han recaído de forma
excesiva y errónea en la innovación farmacéutica, produciéndose fuertes
retrasos en la aprobación de nuevos productos, especialmente en algunas
comunidades autónomas, lo cual ha perjudicado además la inversión de este
sector clave de nuestra economía.
Todo pasa, pues, por empezar a considerar el
medicamento como una inversión y no como un gasto, estableciendo mecanismos
adecuados para su adopción y financiación como la evaluación económica de su
aportación en resultados en salud. “Sólo de esta forma favoreceremos el
adecuado acceso a las innovaciones y la corresponsabilidad de los distintos
agentes; a la vez que eliminaremos ineficiencias en el gasto farmacéutico”. Según Antoni Esteve, el sector industrial
farmacéutico reúne todos los atributos del modelo económico y productivo que
España necesita y por consiguiente debemos ser capaces de invertir
de forma constante y creciente en I+D, especialmente en
sectores de alta tecnología y de futuro como el biomédico.
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