(Diario El Inefable) Más del 90 por ciento
del hielo de agua dulce de nuestro planeta está contenida en las enormes placas
de hielo y glaciares de la Antártida y de Groenlandia. A medida que las
temperaturas ascienden lentamente en todo el mundo, las aguas de deshielo que
provienen de estos vastos depósitos de hielo colaboran para que se produzca un
aumento en el nivel del mar. Por sí sola, Groenlandia podría hacer elevar siete
metros el nivel del mar si su hielo se derritiera por completo. Pero lo cierto
es que... se está derritiendo.
En agosto del año 2014, Eric Rignot, un
glaciólogo que trabaja en la Universidad de California, Irvine, y en el
Laboratorio de Propulsión a Chorro, JPL, de la NASA, dirigió un equipo que
confeccionó mapas de acantilados de hielo ubicados en los bordes frontales de
tres glaciares “emisarios” en Groenlandia. Los investigadores descubrieron
cavidades que socavan la base de estos bordes protuberantes y que pueden
desestabilizar el frente del hielo y aumentar los desprendimientos en los
icebergs; un proceso llamado “parto”, por el cual partes del glaciar se rompen
y flotan a la deriva.
“En Groenlandia, tenemos tasas de deshielo de
unos pocos metros por día en los meses de verano”, dice Rignot. ¿Qué está
causando este “gran deshielo”? El equipo de Rignot descubrió que los glaciares
de Groenlandia que se dirigen al océano tienen bases más profundas debajo del
nivel del mar que lo que se había medido anteriormente. Esto significa que las
corrientes oceánicas cálidas en las profundidades pueden cubrir las caras de
los glaciares y erosionarlos.
“En las regiones polares, las capas más altas
del agua del océano son frías y dulces”, explica. “El agua fría es menos
efectiva para derretir el hielo”, y añade que “el calor oceánico real se
encuentra a una profundidad de 350-400 metros, y más abajo también. Esta agua
cálida, salada, tiene origen subtropical y derrite el hielo mucho más
rápidamente”.
Este equipo de investigadores ha descubierto
que algunos de los glaciares se balancean sobre enormes umbrales de barro que
los protegen, de momento. Otros, no obstante, ya están siendo seriamente
socavados, sin que podamos verlos, debajo de la superficie, lo que significa
que podrían colapsar y derretirse mucho más pronto.
Hasta ahora los estudios previsiones que se
están haciendo son incapaces de parar este proceso, sólo sirven, como dice
Rignot para ayudar “a quienes confeccionan los modelos, para hacer mejores
proyecciones del derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia en el
futuro”.
Imagen: Groenlandia. NASA/JPL/NordForsk
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