(Diario El Inefable) Según Lars Kalfhaus, director general de Emminens
Healthcare Services, empresa española del grupo Roche, el aumento de la
diabetes y, en general, de las enfermedades crónicas en el mundo, requerirá un
cambio de modelo del sistema sanitario, pasando de un sistema de salud
tradicional a un modelo de salud digital.
Uno de los mayores retos de la sanidad actual es el tratamiento de una
cantidad creciente de datos de pacientes. Se estima que un 80% de estos datos
no están tratados de forma estructurada y que el 50% de la información
disponible no se trata de forma correcta.
La implantación de un sistema de salud digital permite mejorar varios
aspectos relacionados con el tratamiento de estos datos, como el tiempo
dedicado a su análisis, que se podría disminuir en un 90%. La utilización de
herramientas TIC y la disponibilidad de mayor información de forma más
organizada y destacada permiten, a su vez, mejorar la toma de decisiones
terapéuticas de los profesionales en un 79% de los casos, incrementando la
precisión en un 23% (del 66% al 89%).
Otro aspecto fundamental que permite mejorar la salud digital es un
mayor control y educación al paciente. Según diferentes estudios, el estado de
salud de un paciente depende en un 40% de su actitud. En este sentido, la mayor
conexión del paciente con el médico permite aumentar su motivación,
conocimientos sobre su enfermedad y aumentar su involucración con el
tratamiento, con lo que se consigue mejorar su estado general de salud y
disminuir las visitas a urgencias gracias a un mejor control y adherencia a los
tratamientos.
A modo de ejemplo, un estudio realizado por la University of Arkansas
for Medical Sciences, ha mostrado cómo los pacientes y sus familias podrían ahorrar
hasta 280 dólares al año (unos 250 euros) pasando con la implantación de
un modelo de salud digital que permita aumentar la atención personalizada a
distancia de los pacientes, evitando desplazamientos innecesarios a los centros
sanitarios.
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