(Diario El Inefable) Cuando una mujer bebe alcohol
durante el embarazo, se arriesga a dar a luz a un bebé que pagará las
consecuencias -con deficiencias mentales y físicas- el resto de su vida. La
exposición del feto al alcohol se produce cuando una mujer bebe durante el
embarazo. Ninguna cantidad de alcohol es seguro para las mujeres embarazadas
que beben.
Según indica Francisco Pascual, vicepresidente de la
sociedad científica SOCIDROGALCOHOL, “se observa una reducción del consumo de
tabaco, que no se hace con el alcohol, y a eso se añade el riesgo teratógeno de
tomar alcohol el primer mes (cuando la mujer aún no sabe que está embarazada)”.
Los daños graves son malformaciones del bebé y eventual muerte del feto,
alteraciones en el comportamiento del niño con dificultades en adaptación a la
escuela o a la familia.
Los daños que produce en el bebé el hecho de que la
madre tome alcohol son muy numerosos. Las evidencias indican que el alcohol
afecta principalmente al desarrollo del cerebro. Los principales perjuicios
ocasionados al bebé son: anomalías faciales características, anomalías del
desarrollo del sistema nervioso central, trastorno del neurodesarrollo relacionado
con el alcohol, defectos de nacimiento relacionados con el alcohol. Otras
problemas producidos por el consumo de alcohol en la gestación son la
microcefalia, deterioro intelectual (leve a moderado retraso mental), retraso
en el desarrollo, hiperactividad en la infancia o trastorno de hiperactividad
con déficit de atención (TDAH), malformaciones cardíacas y otros.
Para concienciar sobre este importante problema de
nuestra sociedad, cada 9 de septiembre se celebra el “Día del síndrome alcohólico
fetal”.
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