(AZprensa) Muchas personas visitan
al médico con síntomas que pueden interpretarse como estrés o depresión pero
que en el fondo lo que esconden es codependencia. Belén Pardo, psicóloga de las
asociaciones de alcohólicos en rehabilitación ADIANTE (As Pontes, A Coruña) y
AXÚDATE (Villalba, Lugo), lo explica diciendo que “la codependencia es una
condición psicológica en la cual una persona manifiesta una excesiva, y a
menudo inapropiada e insana preocupación por las dificultades o los problemas
de alguien de su entorno (el alcohólico/adicto), priorizando las necesidades
del mismo por encima de las suyas propias, llegando a modificar su conducta y
forma de vivir para estar siempre pendiente y a disposición del enfermo alcohólico”,
y añade que “no existe familia que no se vea afectada cuando uno de sus
miembros sufre una adicción”.
Desde el punto de vista médico, la
codependencia puede aparecer cuando hay una variabilidad individual de la
predisposición a la atención, se produce el fracaso de la corteza prefrontal
para inhibir las respuestas empáticas, una multitud de experiencias aversivas
en una familia disfuncional (por ejemplo, los conflictos de los padres, el
abuso emocional, el abandono, etc.) y, por supuesto, el abuso de sustancias
adictivas como el alcohol o las drogas.
Sin embargo, la realidad es que la
codependencia es poco reconocida y difícilmente medible, pero una realidad
incuestionable toda vez que las adicciones afectan no solo al propio individuo
sino también al entorno más cercano por su implicación biológica, psicológica y
social. Pero al igual que sucede con las adicciones, la codependencia también
se puede tratar; la psicoterapia, los grupos de autoayuda o las sesiones
estructuradas de terapia familiar pueden ayudar al familiar codependiente, y
esto en definitiva va a resultar beneficioso para la rehabilitación del adicto.
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