(AZprensa) Madres
que crían solas a sus hijos han existido siempre; la diferencia es que ahora
las mujeres eligen hacerlo, se preparan y escogen ese camino para formar su
familia. Cada vez son más las madres que afrontan la maternidad de manera
individual por elección propia, por ejemplo entre 2010-2015 (según datos del
IVI) las mujeres que han acudido a alguna de sus clínicas para lograr un
embarazo gracias a un donante han aumentado un 58 por ciento.
“La sociedad está cambiando y el papel de la mujer frente a
la maternidad también”, comenta el Dr. Manuel Fernández, director de IVI
Sevilla, añadiendo que “la sociedad debe prepararse para este nuevo modelo de
familia”.
Según un estudio realizado por Mª Mar Tirado, psicóloga de
IVI Sevilla y Marta Díez, psicóloga del Equipo de Diversidad Familiar de la
Universidad de Sevilla, estas mujeres poseen una alta autoestima, una
destacable satisfacción vital y en general, un buen equilibrio emocional. Sin
embargo el 32% de estas madres asegura que su mayor preocupación es cómo
explicarles y cuál será la reacción de estos niños frente a su origen. Por
ello hacen las siguientes recomendaciones:
Cada edad, una necesidad.- Es fundamental adaptar
cada respuesta a la edad del niño, o lo que es lo mismo a su nivel de madurez y
comprensión.
Hasta los 2 años.- El niño todavía no se cuestiona
nada. En esta etapa se aconseja ir preparando el entorno para cuando haya que
empezar a explicar al niño su modelo de familia, se haya creado un entorno
seguro y normalizado.
Se puede ir dando información en forma de Minicuentos,
especialmente si hablan de su propia familia. Cuando comience a decir sus
primeras palabras se iniciará la siguiente etapa
Desde los 2 hasta los 7 años.- Los niños son a estas
edades unidimensionales, es decir, poseen un pensamiento basado en el
egocentrismo. Los detalles biológicos no le interesan ni se los plantea,
mejor no comentarlos. Se puede comenzar con información en la que el
protagonista sea él: hablarle del embarazo, del parto… Lo importante es
responder a sus preguntas y transmitirle tranquilidad. Explicar cómo se formó
la familia y siempre desde un punto de vista muy afectivo:
“La mamá tenía muchas ganas de que estuvieras en mi vida. Te
deseaba tanto!”. “Hay muchos tipos de familia y la nuestra es así”. Etc.
No es lo habitual, pero si él ya pregunta ¿Y por qué no
tengo papá? Explicarle que como mamá no tenía una pareja con la que compartir
la experiencia de la maternidad y que, no quería perderse esa experiencia, fue
a un médico que le ayudó a ser madre. En esta explicación ya se puede mencionar
la figura del donante.
Desde los 7 a los 12 años.- A estas edades ya
necesitan datos concretos. Ya se puede y se debe meter conceptos biológicos,
células, donantes, laboratorio…
Es importante dejar claro, que el donante es una persona que
ayudó a que el niño viniera, pero no es su padre. En este tipo de familias, no
hay papá. Explicar el papel importante del donante para que él está aquí, pero
diferenciarlo del concepto padre. No hay, ya está. Siempre de forma clara y
sencilla, la clave es mostrarse receptivo, escuchar sus dudas, contestar a sus
comentarios.
Desde los 12 años hasta 15-20 años.- En estas edades
hay que estar preparada para más preguntas, enfados, incluso reproches. El
consejo es vivirlos con normalidad. Ahora más que nunca no hay que mostrar
ningún sentimiento de culpa. Es importante estar segura y confiar en el modelo
de familia elegido.
(Imagen: Pintura al óleo de la artista Raquel Godoy).
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