(AZprensa)
A los cinco años del diagnóstico de la enfermedad de Parkinson, el 51 por
ciento de esos pacientes necesitan la ayuda de un cuidador, y pasados los 10
años esta ayuda la necesitan el 80 por ciento de los pacientes. En todos estos
casos (y nos referimos a una enfermedad que afecta a más de 160.000 personas en
España) ese papel de cuidadores lo ejercen mayoritariamente los familiares
directos del enfermo; en concreto, el 43% son hijas, el 22% esposas y un
7,5% son nueras de la persona cuidada.
La enfermedad de Parkinson es una
patología compleja que cursa síntomas motores (temblor, rigidez, dificultad
para caminar) y otros no motores (alteraciones del sueño, deterioro cognitivo,
pérdida de equilibro), los cuales suelen aumentar en número y gravedad con la
progresión de la enfermedad, lo que genera serias dificultades en la vida
cotidiana de las personas con párkinson y sus cuidadores.
Por ello, las asociaciones de
pacientes han aprovechado la celebración del “Día del Cuidador” para reclamar visibilidad ante la sociedad y las
autoridades ya que, en los casos avanzados, las personas con
enfermedad de Parkinson requieren unos cuidados más específicos, por lo que el
cuidador debe aprender a manejar una serie de criterios sanitarios básicos
sobre movilidad, higiene, nutrición, etc.
Como destaca Laura Carrasco, “cuidar y acompañar requiere un importante
esfuerzo físico y una gran inversión de tiempo, lo que les puede influir en su
vida laboral y social. Queremos ensalzar la figura del cuidador y reconocer que
sin ellos sería mucho más difícil el día a día de los afectados”.
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