(AZprensa) Aunque el ojo humano ve
en todos los colores (todo el espectro visible de la luz solar), hay dos
colores -dos longitudes de onda- en las que ve mejor y que dependen de las
condiciones de iluminación. Así, a plena luz del día, la visón fotópica tiene
su máximo en 555 nanómetros (nm), y en condiciones de baja iluminación, por
ejemplo en el interior de una estancia o al atardecer, la visión escotópica
tiene su máximo en 508 nm.
Hasta ahora, la hipótesis más
aceptada por los científicos para explicar estos valores era que la energía que
recibimos del Sol tiene su máximo de intensidad cerca de esas longitudes de
onda (Ley de Wien). Sin embargo, un estudio en el que ha participado el Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ofrece una nueva teoría,
señalando que no solo depende de la energía sino que también hay que tener en
cuenta como variable la entropía de la radiación, una magnitud termodinámica
relacionada con la cantidad de información que podemos percibir del entorno.
Resulta que no todas las longitudes
de onda (colores) tienen la misma información y, por eso, la visión humana se
ha adaptado a aquellas que proporcionan la máxima información. El ojo humano,
pues, se concentra en aquello que le reporta mayor información sobre su
entorno.
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