jueves, 17 de noviembre de 2016

Un estudio demuestra que vemos lo que nos interesa ver

(AZprensa) Aunque el ojo humano ve en todos los colores (todo el espectro visible de la luz solar), hay dos colores -dos longitudes de onda- en las que ve mejor y que dependen de las condiciones de iluminación. Así, a plena luz del día, la visón fotópica tiene su máximo en 555 nanómetros (nm), y en condiciones de baja iluminación, por ejemplo en el interior de una estancia o al atardecer, la visión escotópica tiene su máximo en 508 nm.

Hasta ahora, la hipótesis más aceptada por los científicos para explicar estos valores era que la energía que recibimos del Sol tiene su máximo de intensidad cerca de esas longitudes de onda (Ley de Wien). Sin embargo, un estudio en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ofrece una nueva teoría, señalando que no solo depende de la energía sino que también hay que tener en cuenta como variable la entropía de la radiación, una magnitud termodinámica relacionada con la cantidad de información que podemos percibir del entorno.

Resulta que no todas las longitudes de onda (colores) tienen la misma información y, por eso, la visión humana se ha adaptado a aquellas que proporcionan la máxima información. El ojo humano, pues, se concentra en aquello que le reporta mayor información sobre su entorno.

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