(AZprensa) Las gafas de sol se asocian siempre con la época
veraniega, cuando la luz solar es más intensa; sin embargo también en invierno
y sobre todo cuando estemos en la nieve, es conveniente usar gafas de sol. Un
dato que pocos conocen es que la nieve refleja aproximadamente un 80% de la luz
solar, un porcentaje muy por encima de la arena de la playa, que sólo refleja
entre un 10 y un 25%.
Una de las
consecuencias de no utilizar esta protección para nuestros ojos es la aparición
de queratitis, una inflamación de la córnea. Sus
síntomas característicos son: enrojecimiento del ojo, dolor en los ojos, exceso
de lágrimas, dificultad para abrir el párpado a causa del dolor o la
irritación, visión borrosa, sensibilidad a la luz (fotofobia), hinchazón, y
sensación de tener arena o cualquier otra cosa dentro de los ojos.
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