(AZprensa) El psiquiatra y fundador de cita.io, Joseph María
Fábregas, ha dado a conocer los seis errores que, a su juicio, cometen con más
frecuencia los médicos a la hora de intercambiar información personal por
Internet:
1. Videoconferencias por Skype.- Son infinitos los profesionales médicos que
se anuncian por Internet y ofrecen como herramienta principal de comunicación
la videoconferencia online a través de esta plataforma. Por sus
características, Skype resulta un medio intuitivo y ágil para que el médico
pueda atender a su paciente. Ahora bien, su política de privacidad no es
perfecta y nadie asegura que el contenido que se comparte esté completamente
guardado en el anonimato. Actualmente en España esta práctica esta sancionada
con multas muy elevadas.
2. Envío de informes a través del correo electrónico.- El email es otro canal de comunicación
clásico para el intercambio de archivos, también en materia de salud. Es
interesante en el sentido que permite enviar documentos de todo tipo. Ahora
bien, por mucha confianza que inspire el habitual gestor de correos
electrónicos, los servidores tampoco pueden asegurar que la información que
circula a través de ellos se mantenga de forma anónima.
3. Archivo de datos en ordenadores o dispositivos móviles personales.- Otra práctica que no está permitida y que
puede producirse involuntariamente con falibilidad. El simple hecho, por
ejemplo, de descargarse una documentación de un paciente, a través de Internet,
al ordenador personal o smartphone, ya se considera archivo de datos personales
de índole ilegal.
4. Envío de datos a través de Whatsapp.- Las aplicaciones que permiten el intercambio
de mensajes instantáneos son realmente una herramienta útil en caso de urgencia
ya que hoy en día la gran mayoría de profesionales y pacientes tiene acceso a
ellas. No obstante, no parece ser el canal más seguro que existe. En más de una
ocasión se ha puesto en duda la confidencialidad de los datos que se
intercambian en estas apps, aunque desde las propias se haya hecho un gran
esfuerzo para comunicar a sus usuarios el sofisticado nivel de encriptación.
5. Compartir información en las redes sociales.- Siguiendo con la misma tónica, precisamente
lugares como Facebook o Twitter no son los idóneos para compartir datos
personales. Si bien es cierto que en ellas se pueden enviar mensajes privados y
que en las cronologías o perfiles de cada usuario se pueden editar los niveles
de privacidad, tampoco sería la primera vez que estos sistemas fallan y dejan
al descubierto información particular.
6. Inexistencia de garantías de calidad en las consultas on line.- Si el profesional tiene una página web personal
y/o plataforma médica on line donde realiza la actividad con sus pacientes,
obviamente tendrá que reunir todos los protocolos de seguridad para asegurar la
confidencialidad de los datos. Los sellos de calidad que se otorgan dan un plus
de confianza a la página, pues de este modo podemos saber quién está detrás de
ellas.
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