(AZprensa) Antonia Campolongo, enfermera y coordinadora
de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurología del
Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona), ha destacado lo importante
que es la formación continuada en enfermería “sobre todo en aquellas unidades
específicas, como las Unidades de Trastornos del Movimiento, ya que compartir
la propia experiencia con otros profesionales tiene como objetivo mejorar
la calidad de vida de los pacientes y
sus cuidadores".
Hay que dar toda la importancia que se merece, al papel de
este personal como parte del equipo interdisciplinar implicado en el manejo de
este tipo de patologías, principalmente en momentos importantes como es la fase
avanzada de la enfermedad de Parkinson.
“La enfermera es clave en la actividad de acompañamiento,
educación, seguimiento y prevención de complicaciones, entre otras muchas
actividades. Concretamente, el párkinson es una enfermedad neurodegenerativa
progresiva que va a necesitar este tipo de acciones, adecuándolas al estadio en
el que se encuentre el paciente, en beneficio del paciente y su cuidador/a”,
especifica Beatriz González, enfermera y coordinadora de la Unidad de
Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurología del Hospital Universitario
de la Princesa (Madrid).
A esto añade que “facilitar a los pacientes y
cuidadores/as un aprendizaje en torno a la enfermedad, su evolución, síntomas,
nutrición, tratamiento, etc, permite conseguir objetivos importantes como ganar
la mayor calidad de vida del paciente y por ende de su cuidador/a. Por ello es
importante que enfermería esté formada, comparta experiencias en esta clase de
jornadas, y que estos conocimientos repercutan en beneficio de los pacientes”.
La enfermedad de Parkinson es un trastorno
neurodegenerativo, crónico e invalidante que, se estima, afecta a unos 300
casos por 100.000 habitantes, de los cuales un 37%, presenta la enfermedad en
estadios avanzados, y, de estos, un 19,5% está en tratamiento con una terapia
de segunda línea. Se trata de una patología compleja que cursa con una serie de
síntomas, motores y no motores, que suelen aumentar en número y gravedad con la
progresión de la enfermedad, con lo que requiere un abordaje multidisciplinar
en el que la enfermería ocupa un lugar muy importante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario