Un aspecto extraño de este satélite es el balanceo que mantiene alrededor de su eje polar, lo que induce a pensar que su interior no es uniforme. Algunos especulan con un núcleo rocoso con forma de melón y otros con la existencia de un océano interior, bajo una capa interna de hielo, con un espesor de unos 25 ó 30 Km., lo que explicaría en parte ese balanceo.
Aparte del cráter Herschel, su superficie ha alcanzado el punto de saturación por lo que cualquier nuevo impacto de un asteroide contra el mismo habría por fuerza de caer en cualquiera de los innumerables cráteres que lo cubren. Aunque no es seguro que en el pasado tuviese actividad geológica, muestra unos surcos muy antiguos, de 1 Km. de profundidad, que podrían corresponder a esa actividad interna. Sobre el accidentado terreno, algunos cráteres elevan sus paredes hasta los 4 Km. de altura, conteniendo en su interior un material polvoriento que se ha podido originar por desprendimientos. Por otra parte, y dentro del frío reinante ya comentado, no toda la superficie tiene la misma temperatura, habiéndose detectado algunas zonas menos frías.
Se encuentra situado a 185.520 Km. de Saturno y está anclado al mismo ofreciéndole siempre la misma cara, tardando casi un día (22,5 horas) en recorrer su órbita. Por otra parte, la gravedad en el mismo es de sólo 0,07.
Finalmente destacar una curiosa función que cumple Mimas y es la de limpiar de partículas el hueco que hay entre los anillos A y B de Saturno.
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