viernes, 21 de enero de 2022

Las dosis repetidas de las vacunas COVID-19 suponen un riesgo

(AZprensa) ¡Ojo a la administración repetida de las vacunas contra el COVID-19 ya que su efecto podría ser el contrario al deseado al reducir el nivel de anticuerpos! Lo ha dicho la propia Agencia Europea del Medicamento (EMA), coincidiendo en esta opinión con las entidades regulatorias sanitarias de todo el mundo.
 
El responsable de la estrategia de vacunas de la EMA, Marco Cavalieri, ha alertado que la administración repetida de dosis de refuerzo en intervalos cortos de tiempo “podría reducir el nivel de anticuerpos que se pueden dar en cada administración, provocando que la vacunación sea menos eficiente”.
 
La EMA reconoce que las vacunas ofrecen ayuda para reducir las hospitalizaciones por COVID-19 así como la gravedad de la enfermedad, pero de ahí a la obsesión por administrar dosis y más dosis de las vacunas hay un abismo.
 
De hecho, este portavoz de la EMA se muestra más partidario de vacunar sólo a “algunos grupos de riesgo” una vez al año, “con la llegada de la temporada de frío, como se hace con la gripe“, ya que esto sí que aumentaría en estos pacientes de riesgo la respuesta inmunitaria.
 
Como en el momento actual se insiste en una tercera dosis e incluso en una cuarta dosis, reconoce que esto sólo sería razonable en personas con sistemas inmunitarios gravemente debilitados; y justifica el hecho de que se haga campaña para administrar una tercera dosis porque, según el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), solo el 40 por ciento de la población adulta de la Unión Europea ha recibido la primera dosis de la vacuna, pero como podemos comprender esta no es la situación de España en donde una gran mayoría de la población ya ha sido vacunada.
 
Y con relación a las nuevas vacunas que se están diseñando para las nuevas variantes de COVID-19 que van apareciendo, recuerda que para aprobar vacunas COVID-19 con una composición diferente es necesario disponer de datos clínicos que demuestren que estas vacunas adaptadas ofrecen una respuesta inmune superior a la generada por las actuales. Esto significa aplicar los plazos y sistemas que se utilizan para cualquier otra vacuna o medicamento, descartando la “vía de urgencia” tal como se ha hecho en este caso.
 
Resumiendo y dejándolo más claro aún:
 
1.- En España (en donde una gran mayoría de la población ya ha sido vacunada) no tiene sentido aplicar una tercera dosis (salvo en grupos de riesgo) y mucho menos una cuarta.
 
2.- El administrar varias dosis en espacios cortos de tiempo es supone un riesgo para la salud, ya que disminuye nuestro nivel de anticuerpos.

3.- Para aprobar nuevas vacunas contra el COVID-19 hay que disponer de datos clínicos que demuestren su necesidad (y eso exige tiempo); algo que no se ha hecho con las actuales que han ido por la vía de urgencia.
 
4.- Y finalmente, recordando lo que siempre han dicho todos los médicos, todas las sociedades científicas y todos los Colegios de Médicos: Antes de administrar cualquier medicamento o vacuna a una persona hay que valorar individualmente en cada persona el balance riesgo/beneficio que le supone a esa persona en concreto, y sólo cuando el beneficio que pueda aportar sea muy superior al riesgo, se deberá prescribir tal medida terapéutica.
 

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