(AZprensa) Un grupo de médicos, nutricionistas,
psicólogos y psiquiatras, que llevan más de 20 años dedicados al estudio y
abordaje de la conducta alimentaria, han presentado los resultados de sus
estudios e investigaciones, en concreto en lo que se refiere a las personas y
su relación con la comida, es decir, las emociones que subyacen en nosotros y
su influencia en el sobrepeso.
Como resultado de estas investigaciones, se ha conformado
un modelo explicativo de la forma de comer. El EAT-ID, que se basa en las 5
dimensiones que están afectadas cuando la relación con la comida no es
saludable y estás son: Emocional, Adictiva, Traumática, Impulsiva y
Desorganizada.
Se hace preciso, por ello, conocer cómo es nuestra relación
con la comida y descubrir cuáles y cómo son las emociones que están detrás, ya
que se ha demostrado que las dietas por si solas, no son suficientes para
controlar el peso y las cifras de sobrepeso aumentan cada año.
Por ejemplo, la Dra. Cristina Banzo, psiquiatra experta
en obesidad y conducta alimentaria y miembro del comité científico de COCO
Eating, ha declarado que “el 53 por ciento de la población con obesidad,
presenta una ansiedad elevada en forma de un rasgo ansioso, es decir una forma
crónica de ansiedad, mientras que un 35% presentan antecedentes de cuadros de
tristeza intensa o inclusos francamente depresivos”.
Por su parte, Noelia Monterde, psicóloga del equipo
clínico de COCO Eating, ha destacado que “las mujeres presenta un perfil emocional
en 21% de las ocasiones y adictivo en el 57%, mientras que en el caso de los
hombres, el perfil impulsivo explica el 23% de los casos”.
Comprender es el primer paso para poder cambiar, sabemos
que comer menos y movernos más no funciona. Un plan que tenga en cuenta a la
persona, y “cómo come”, y no solo “lo que come”, ofrece la posibilidad de
producir cambios sostenidos en el tiempo, que redundarán en un peso más
saludable.
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