lunes, 2 de julio de 2018

La última cena, de Leonardo da Vinci, se conserva perfectamente


(AZprensa) El estado tan lamentable que ofrece la pintura de “La última cena”, de Leonardo da Vinci, hace que no sean visibles muchos detalles de este famoso y enigmático cuadro. Pintado en el año 1499 sobre la pared, no ha podido resistir el paso del tiempo a pesar de los numerosos intentos de restauración para conservar la ya de por sí deteriorada pintura original.

Sin embargo ese mismo cuadro se conserva en perfecto estado pintado no ya sobre una pared sino en óleo sobre lienzo, una réplica exacta de la pintura original que fue realizada tan solo unos años después (en 1507) no se sabe bien si por el propio Leonardo o por alguno de sus aventajados alumnos, como Andrea Solario. Sea como fuere, este lienzo sí que muestra con claridad todos los detalles, aunque para verlo hay que dirigirse a la ciudad de Tongerlo (Bélgica) en cuya abadía se conserva el mismo. Porque aunque posteriormente se hayan realizado muchas copias, esta es no sólo la más antigua y fidedigna, sino que fue realizada por el propio Da Vinci o bajo la supervisión del mismo.

El por qué se hizo ocho años después una copia de aquella pintura tiene una sencilla explicación: El rey Luis XII de Francia, después de conquistar Milán, quedó prendado de esta pintura, pero –claro- no podía llevarse la pared a París, así que pidió a Leonardo (se conserva la carta en que realiza tal encargo) que hiciese una réplica del mismo en un óleo sobre lienzo para poder llevárselo. Gracias a eso, podremos seguir disfrutando muchos años más de esta histórica pintura.

Imágenes: Arriba, la copia que se conserva en Bélgica. Abajo, la pintura original.



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