sábado, 21 de julio de 2018

Lo que hay que hacer cuando el niño no come bien


(AZprensa) ¿Por qué mi hijo no come? ¿He de premiarlo para que lo haga o no?… son algunas de las preguntas que se hacen muchas familias cuando los pequeños no quieren comer lo que deberían. Precisamente para ayudar a los padres a mejorar la actitud de los niños a la hora de comer, el Método Nutriplato, desarrollado por el Hospital Sant Joan de Déu y Nestlé, ha sumado a la iniciativa a una psicóloga experta en psicoeducación nutricional. Bajo el nombre de Nutrinanny, esta especialista brinda a las familias toda una serie de recomendaciones y consejos para ayudarlas a gestionar este tipo de situaciones.

Laura González, responsable de Nutrición de Nestlé España, comenta que “durante la niñez es cuando se establecen los hábitos alimentarios que el niño tendrá de mayor y, en esta labor, el papel de los padres es fundamental. Se trata de predicar con el ejemplo y que los niños aprendan por imitación. Es decir, comer al menos una vez al día en familia, evitar tener cerca dispositivos que nos distraigan, etc., son pequeños consejos que pueden ayudar a los padres a asentar los buenos hábitos alimentarios también en la mesa”.

Entre los muchos consejos y sugerencias de esta iniciativa pedagógica, se pueden encontrar los siguientes:

Así pues, los padres se encontrarán con contenidos de interés como:

* Mi hijo no come o no se acaba el plato. Ante este tipo de situaciones, se insiste en la importancia de que toda la familia coma lo mismo, adecuando el tamaño de las raciones a la edad del niño ya que el pequeño no puede ni debe comer lo mismo que un adulto. Si los niños no quieren comer más, no hay que obligarlos a que se acaben la ración. Ahora bien, tampoco se les debe ofrecer nada de picoteo hasta la siguiente comida.

* No premiar ni castigar con la comida. Mezclar erróneamente comida y emociones puede llevar al niño a relacionar una serie de alimentos con situaciones negativas para él. Además, no existen alimentos buenos y malos, sino que algunos se han de comer con menos frecuencia. Si hay que “premiar”, se aconseja que sea con actividades que se puedan realizar en familia: una excursión, ir al cine… sobre todo, premiar con atención y refuerzo positivo.

* Al menos una comida al día en familia. Es fundamental comer, al menos una vez al día, en familia. Si por horarios no es viable cenar juntos, hay que encontrar alguna alternativa para ello aunque sea a la hora del desayuno porque comer solo implica tener menos control sobre las cantidades que se ingieren. En cambio, comer en familia permite inculcar a los niños unos buenos hábitos. Además, les proporciona seguridad y protección ya que se convierte en un tiempo para escucharles, ayudarles con sus dificultades y hacerles partícipes de las actividades de los padres.

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