(AZprensa)
¿Por qué mi hijo no come? ¿He de premiarlo para que lo haga o no?… son algunas
de las preguntas que se hacen muchas familias cuando los pequeños no quieren
comer lo que deberían. Precisamente para ayudar a los padres a mejorar la
actitud de los niños a la hora de comer, el Método Nutriplato, desarrollado por
el Hospital Sant Joan de Déu y Nestlé, ha sumado a la iniciativa a una
psicóloga experta en psicoeducación nutricional. Bajo el nombre de Nutrinanny,
esta especialista brinda a las familias toda una serie de recomendaciones y
consejos para ayudarlas a gestionar este tipo de situaciones.
Laura
González, responsable de Nutrición de Nestlé España, comenta que “durante la
niñez es cuando se establecen los hábitos alimentarios que el niño tendrá de
mayor y, en esta labor, el papel de los padres es fundamental. Se trata de
predicar con el ejemplo y que los niños aprendan por imitación. Es decir, comer
al menos una vez al día en familia, evitar tener cerca dispositivos que nos
distraigan, etc., son pequeños consejos que pueden ayudar a los padres a
asentar los buenos hábitos alimentarios también en la mesa”.
Entre
los muchos consejos y sugerencias de esta iniciativa pedagógica, se pueden
encontrar los siguientes:
Así
pues, los padres se encontrarán con contenidos de interés como:
*
Mi hijo no come o no se acaba el plato. Ante este tipo de situaciones, se
insiste en la importancia de que toda la familia coma lo mismo, adecuando el
tamaño de las raciones a la edad del niño ya que el pequeño no puede ni debe
comer lo mismo que un adulto. Si los niños no quieren comer más, no hay que
obligarlos a que se acaben la ración. Ahora bien, tampoco se les debe ofrecer
nada de picoteo hasta la siguiente comida.
*
No premiar ni castigar con la comida. Mezclar erróneamente comida y emociones
puede llevar al niño a relacionar una serie de alimentos con situaciones
negativas para él. Además, no existen alimentos buenos y malos, sino que
algunos se han de comer con menos frecuencia. Si hay que “premiar”, se aconseja
que sea con actividades que se puedan realizar en familia: una excursión, ir al
cine… sobre todo, premiar con atención y refuerzo positivo.
*
Al menos una comida al día en familia. Es fundamental comer, al menos una vez
al día, en familia. Si por horarios no es viable cenar juntos, hay que
encontrar alguna alternativa para ello aunque sea a la hora del desayuno porque
comer solo implica tener menos control sobre las cantidades que se ingieren. En
cambio, comer en familia permite inculcar a los niños unos buenos hábitos.
Además, les proporciona seguridad y protección ya que se convierte en un tiempo
para escucharles, ayudarles con sus dificultades y hacerles partícipes de las
actividades de los padres.
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