(AZprensa)
Desde la puesta en marcha del Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis
C en la sanidad pública española, más de 100.000 personas han recibido
tratamiento para la hepatitis C. “Esta cifra coloca a España entre los
principales países involucrados en la respuesta frente a esta enfermedad. A
pesar de ello, las personas usuarias de drogas registran una fracción de
hepatitis C no diagnosticada bastante alta. De hecho, en Cataluña se registran
una fracción de hepatitis C no diagnosticada de un 23%”, ha señalado Juanse
Hernández, coordinador del Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH, gTt–VIH.
“Los
ensayos clínicos –explica este especialista- avalan la eficacia y la seguridad
del tratamiento en pacientes que se inyectan drogas y demuestran que los
resultados son similares a los observados en la población general. Además, el
tratamiento es una estrategia coste-efectiva ya que al mismo tiempo permite
reducir la incidencia del virus en este colectivo y prevenir también
infecciones secundarias”.
Tal
como ha explicado Hernández, “las personas usuarias de drogas son el colectivo
que registra una tasa de tratamiento más reducida debido, principalmente, a la
desconfianza que existe hacia el tratamiento de la hepatitis C por parte de
este colectivo. Muchas de estas personas piensan que el tratamiento actual de
la hepatitis C provoca efectos secundarios graves, conlleva ciclos largos de
tratamiento, pruebas diagnósticas invasivas o numerosas contraindicaciones,
como el consumo activo de sustancias. Por ello, necesitamos conseguir un cambio
en la percepción de estos pacientes hacia el tratamiento que nos permita
eliminar la enfermedad en este colectivo, además de mejorar su comunicación con
los médicos y con el resto de profesionales que se ocupan de su cuidado”.
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