(AZprensa)
El año pasado se sacrificaron en España 803.000 animales con fines científicos,
una cantidad que sin embargo es un 12,5% inferior a la del año pasado y un 42%
inferior a la de hace una década.
Más
de la mitad de los animales usados en la experimentación durante el año pasado
fueron ratones (el 65 %), seguidos de las aves de corral (10,22%), peces cebra
(5,11 %) y otros peces (5,56 %). Hay sin embargo algunas especies en donde ha
aumentado el número de animales sacrificados, tales como las ratas, algunos carnívoros,
cabras y vacuno, reptiles y anfibios.
En
el caso de las ratas, el aumento se debe al aumento de su uso en investigación
aplicada, principalmente sobre el sistema gastrointestinal, el nervioso y los
órganos de los sentidos. Por su parte en los carnívoros, su uso ha aumentado
casi el 45% con respecto a 2016, y han sido utilizados en el diagnóstico de
enfermedades, cinética y controles de eficacia, mientras que las especies
ganaderas (cabras y vacuno) se han utilizado para el estudio de las
enfermedades de estos animales, y los reptiles, como en años anteriores, se han
empleado en biología y etiología.
De
los 803.000 animales usados el año pasado, 290.000 habían sido alterados
genéticamente en razón de los objetivos perseguidos con la investigación. Cabe
decir, en cuanto a la finalidad de los usos, que el 41 % de los animales
(329.500) se dedicaron a la investigación básica, con el fin de conocer la
estructura y el funcionamiento de los organismos vivos, y el 35 % (281.800
animales) a la investigación aplicada, que incluye el desarrollo y fabricación
de productos farmacéuticos, alimentos, piensos, así como pruebas de calidad y
seguridad.
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