(AZprensa)
Uno de cada tres mayores de 65 años toma, por término medio, cuatro o más fármacos cada día, una
polimedicación cuyos efectos colaterales y adversos provoca numerosos ingresos
hospitalarios.
Las
principales enfermedades que padecen las personas mayores son la diabetes, la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la artrosis y algunos
trastornos psíquicos como la depresión.
Aparte
del grado de discapacidad que ello conlleva, estos pacientes deben tomar
numerosas medicaciones y esta polimedicación trae como riesgo la posible
interacción entre algunos de los fármacos que deben tomar así como las consiguientes
reacciones farmacológicas adversas y los efectos secundarios propios de cada
uno de esos fármacos.
Según
los especialistas, envejecimiento, pluripatología y polimedicación están
íntimamente relacionados, y tan importante es establecer el tratamiento
farmacológico adecuado como darlo por finalizado en el momento preciso.
De
igual forma destacan la necesidad de la prevención, algo que se puede lograr
estableciendo unos hábitos saludables de vida y una alimentación adecuada. La
revisión periódica de la medicación que están tomando, con objeto de reducir la
dosis cuando sea posible o cambiar de fármaco, es importante, así como el estar
alerta ante cualquier efecto secundario que pudiera aparecer relacionado con la
medicación.
El
médico de Atención Primaria, por su proximidad y mejor conocimiento del paciente,
debe asumir este papel como coordinador y responsable último del paciente.
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