(AZprensa)
Así de rotunda, como este título, es la realidad y el análisis que hace de la
misma la psicóloga Estrella Pisa en su artículo “Dialogando entre besugos”. Se
dice en el mismo que “como en tantas otras cosas en las
que ocupamos el tiempo los humanos, a la hora de comunicarnos con nuestros
iguales nos empeñamos en no poner los cinco sentidos y, así, casi nunca nos
enteramos de nada, porque nos preocupa más escucharnos a nosotros mismos que
tratar de entender lo que nos explica el otro”.
Y
es que no sabemos qué significa dialogar, porque “dialogar no tiene por qué
conllevar que convenzamos al otro de que está equivocado y de que nuestra
postura es la más razonable. Tampoco implica que debamos aceptar que los
equivocados somos nosotros y adoptar como por arte de magia la postura de
nuestro oponente como propia. Dialogar implica dejar hablar, escuchar y estar
abiertos a descubrir aquello que aún no conocemos y que nos puede ayudar a
entender mejor al otro. Desde luego no tiene nada que ver con gritar, ni con
atacar, ni con sacar temas que no vienen a cuento para descolocar al otro y
ganarle terreno”.
¿En
qué consiste, pues, dialogar? Estrella Pisa nos lo recuerda muy claramente: “Se
trata de intentar levantar un puente que nos permita acercar posturas, llegar a
acuerdos que beneficien a ambas partes y sentar las bases para nuevos diálogos
que nos permitan ir mejorando la relación y creciendo con ella”.
Y
ahora que están tan de moda los cursos de comunicación impartidos por gurús con
mucha palabrarería y altos honorarios, “¿de verdad creemos que la escucha
activa es estar todo el día pendientes del sonido de los whatsApps cuando
entran en nuestros móviles?”, como se pregunta en su artículo.
Por
desgracia, la realidad es esa, y “no somos capaces de advertir que, al
aislarnos tanto de la realidad de los demás, estamos perdiendo perspectiva y
nos estamos autocondenando a quedarnos cada vez más solos”. Merece la pena,
pues, leer completo su artículo al que puedes acceder a través de este link:
1 comentario:
Muchas gracias, Vicente, por todo lo que comentas sobre mi artículo "Dialogando entre besugos".
Un fuerte abrazo
Publicar un comentario