domingo, 4 de noviembre de 2018

El cateto de La Mancha y el callista


(AZprensa) Es frecuente presenciar en los medios de comunicación la descalificación del contrario y, si las caras visibles de las empresas y organizaciones son sus presidentes, no es de extrañar que también estos sean objeto de críticas e incluso insultos. Dos ejemplos clásicos en el ámbito del periodismo sanitario en España lo padecieron los presidentes de los dos Consejos Generales, el de Médicos y el de Enfermería. Al primero de ellos, Juan José Rodríguez Sendín, el digital sanitario Sanifax se refirió a él en numerosas ocasiones como “el cateto de La Mancha” y cuando se le recriminó esa actitud se defendió argumentando que “cateto” no es un insulto sino que se refiere a un “lugareño” y que “La Mancha” es la región española a la que pertenece; sin embargo el diccionario de la RAE advierte que bien se trate de un “lugareño” o de un “palurdo” (los dos significados que la RAE asocia a esta palabra) se trata de un término “despectivo”.

Por lo que se refiere al otro ejemplo, Máximo González Jurado, el digital PR Noticias se refirió a él llamándole “callista”. Es evidente que esa palabra no es un insulto sino una forma de referirse a los podólogos y que según el diccionario de la RAE es una “persona que se dedica a cortar o extirpar y curar callos, uñeros y otras dolencias de los pies”. En su defensa, ese medio digital argumentaba que el interesado tenía efectivamente esa titulación, aunque quedaba claro que la reiteración en referirse a él de esa manera se hacía con evidente ánimo de molestarle.

Desgraciadamente esos comportamientos no se ciñen sólo al ámbito sanitario sino que están presentes en todos los órdenes de la vida y los periodistas, con frecuencia, anteponen sus simpatías y prejuicios a la información imparcial.

No hay comentarios: