viernes, 21 de abril de 2023

Nueva forma de dividir la historia

(AZprensa) Ya hay una nueva forma de dividir la historia de la humanidad. Hasta ahora se hablaba de dos periodos, antes de Cristo "aC" y después de Cristo "dC", porque fue tal la influencia de su figura y sus enseñanzas en nuestra cultura que marcó un antes y un después. Sin embargo, a partir de ahora, esto se ha sustituido por "aP" y "dP". Parece un juego de palabras pero maldita la gracia que tiene, por lo que significan: “aP” (antes de la Pandemia) y “dP” (después de la Pandemia), porque la influencia de esa pandemia ha sido tanta que ha cambiado de forma irreversible la forma de vivir de los seres humanos.
 
Esa “pandemia” que nos vendieron era aterradora, iba a diezmar la población mundial (según quienes mandan), y así nos lavaron el cerebro a través de los medios de comunicación, nos quitaron la libertad de movimientos, nos encerraron en nuestras casas y nos arruinaron, nos dijeron con quién podíamos relacionarnos, durante cuánto tiempo y en qué circunstancias; nos dijeron lo que teníamos que comer; nos quitaron el dinero físico para tenernos mejor controlados; nos dijeron que sólo lo que el Estado dijese que era verdad sería verdad, y se propagó la censura en todas las áreas; nos dijeron cómo teníamos que vestirnos, cómo ducharnos, a qué horas acostarnos y levantarnos… y aunque parezca increíble, hasta nos dijeron cómo tenía que ser nuestro ataúd (de cartón) y nuestras ropas de difunto (de lino) con el pretexto de no contaminar.
 
Como se destaca en el libro “Diario del caos” (Vicente Fisac. Amazon) sigue sin estar claro si el virus COVID-19 fue real o imaginario; sigue sin estar claro si fue creado en un laboratorio o provino de origen natural; sigue sin estar claro si se escapó de un laboratorio o si lo soltaron a propósito. Pero lo que sí ha quedado claro es que ese virus ha sido el pretexto perfecto para cambiar la sociedad e implantar la “Agenda 2030”, esa que nos convierte en empobrecidos súbditos de una élite cada vez más rica y poderosa, y que ha perdido tanto la vergüenza que ya ni se oculta (en el citado libro se dice quiénes son esas élites que después de arruinarnos nos dicen cómo debemos vivir y hasta cómo debemos pensar) y tiene la caradura de decir públicamente uno de sus eslóganes: “No tendrás nada y serás feliz”. Traducido: No tendrás nada porque todo será de ellos; y serás feliz porque te habrán lavado el cerebro y estarás contento de que papá Estado te diga lo que tienes que hacer y lo que tienes que pensar.
 
Con virus real o imaginario, con virus soltado a propósito o propagado de forma natural, todo ha sido una gran farsa. Esa pandemia “mortal” no ha matado a casi nadie. Se han aprovechado de los muertos de gripe para decir que eran muertos de COVID-19; se han aprovechado de la falta de atención médica a los enfermos y de la cancelación y retraso de operaciones, para adjudicar esas muertes al COVID-19; se han aprovechado de unos test que fallan más que una escopeta de feria para que manejar las cifras a su antojo y hacer que aparecieran muchos “positivos” cuando a ellos les interesaba; se han negado a hacer autopsias porque sabían que revelarían una causa de muerte diferente…
 
Pues bien, a pesar de todo eso, sus propias cifras los desmienten. Y no lo digo yo, son las cifras oficiales del Fondo de Población de las Naciones Unidas, a 8 de diciembre de 2021. A esa fecha, se habían detectado 266.504.411 “casos” de COVID y fallecieron por esa causa 5.268.849 personas. (No te olvides que la mayoría de fallecidos tenía más de 70 años… y no te olvides –aunque no te lo quieran reconocer- que todos nos morimos por una u otra causa  sobre todo a partir de esa edad).
 
¿Cinco millones y pico de fallecidos es poco? Por si no lo sabes, en este planeta hay 7.875 millones de habitantes y, según sus propias cifras, se ha infectado la irrisoria cantidad del 3,38% de la población mundial y ha muerto por esa causa la ridícula cantidad del 0,066%. (Recuerda: mayores de 70 años y la mayoría de ellos con muchas otras enfermedades, sin autopsias y simplemente adjudicándoles que “morían por COVID” si habían dado positivo a esos test o simplemente se sospechaba que esa era la causa). Repito la cifra de la “enorme” mortalidad causada por tan terrible pandemia: el 0,066%.
 
Míralo del otro lado: Después de dos años  de terrorífica pandemia mortal y mundial, el 96,62% de la población mundial no se ha infectado y el 99,93% de la población mundial ha sobrevivido a tan apocalíptica pandemia. Pero, eso sí, muchos millones de personas se han arruinado y el miedo les sigue haciendo llevar bozal aunque ya no sea obligatorio, ya no se paga casi nada con dinero físico, las redes sociales censuran todo lo que va contra el pensamiento único que se impone desde los gobiernos a través de los medios de comunicación… y los ricos cada vez son más ricos.
 
Todo esto son razones más que suficientes para considerar que a partir de ahora la historia ya no se debe clasificar en “aC/dC” sino que hay que sustituir esos dos periodos en “aP/dP”.
 


Este libro no trata de inculcarte ninguna idea, sólo te invita a pensar por ti mismo:
“Diario del caos”: https://amzn.to/3eJqYd8

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