(AZprensa)
Hoy día disponemos de muchas pomadas y cremas antihemorroidales, pero este no
es un invento nuevo sino que ya se utilizaban hace más de un siglo. Una de las
pioneras fue la “Pomada antihemorroidal del Dr. Fisac”, que se aplicaba por vía
tópica para tratar las hemorroides. No hay constancia de cuál podía ser su
composición ya que no era la norma indicarla en anuncios ni siquiera en los
envases. Podemos saber, por los anuncios de la época que “esta inmejorable
pomada hace desaparecer en muy corto tiempo los casos más rebeldes de
hemorroide que se puedan presentar”. De igual forma especificaban que “se
expende en tarritos de tres tamaños, al precio de dos, cuatro y ocho reales”.
Los
precios de las cremas antihemorroidales que se venden ahora en las farmacias
son mucho más altos, sobre todo teniendo en cuenta que ya no los subvenciona la
Sanidad pública y eso permite a los laboratorios farmacéuticos poner precios
más caros.
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