martes, 14 de febrero de 2023

Se legisla (y mal) sobre tonterías, no sobre lo importante

(AZprensa) Hoy os invito a leer el excelente editorial de Santiago de Quiroga en el semanario “El Global” en donde habla de las leyes sanitarias (de las que no quieren hacer), pero como él está en activo, tiene que ser políticamente correcto, algo que ya no me afecta a mí y puedo escribir lo que quiera; así que ¡atentos! voy a hacer una doble lectura de algunos de sus párrafos (al final incluyo el enlace a su publicación):
 
Dice: “La política tiene esa doble virtud: pone sobre la mesa soluciones a problemas o retrasa acometerlos”.
Digo: De virtudes nada; su obligación es resolver problemas; lo que pasa es que nos estamos acostumbrando a que retrasen todo lo importante y den prioridad a estupideces (sí es sí”, “bienestar animal”, etc.).
 
Dice: “Una sencilla fórmula: acometerlos con voluntad política… impulsar el diálogo entre las partes, asignar una partida presupuestaria si es el caso e impulsar un texto legislativo si procede”.
Digo: Tiene toda la razón, eso lo sabe cualquier persona con sentido común… pero los políticos demuestran una y otra vez su ignorancia e  incompetencia.
 
Dice: “Desde 2018 llevamos cuatro ministros en cinco años, pero aún tendremos un sexto ministro o ministra más en este 2023”.
Digo: Con tanto cambio sin sentido, ¿cómo van a funcionar las cosas?
 
Dice: “Como curiosidad, si se me permite la expresión, tenemos a la ex ministra de sanidad y consumo, Ana Pastor, que en media legislatura (no llegó a dos años) impulsó leyes y planes como la Ley de Cohesión y Calidad, la ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, el Plan Nacional contra el tabaco o el primer Plan Nacional contra el cáncer, por citar las más conocidas. El tiempo sólo es un problema para algunos políticos”.
Digo: Tiene toda la razón; precisamente cuando ella fue ministra yo estaba en activo en la industria farmacéutica y fui testigo directo de su voluntad política y de su acción (no eran sólo palabras, sino también “hechos”).
 
Dice: “El goteo de informes y análisis que confirman la inequidad en España es constante”.
Digo: Tiene toda la razón y añade datos concretos para corroborarlo. A esto nos lleva la descentralización y que cada Comunidad Autónoma se considere un país independiente y haga lo que le dé la gana.
 
Dice: “El tiempo desde que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprueba un fármaco hasta que obtiene precio y financiación en España… es de 469 días para España… retraso de entre 5 meses y 13 meses para que lleguen a todas a las CC.AA… algunos tratamientos tardan en llegar a una CC.AA casi 3 años (33 meses)”.
Digo: Esto son datos reales ¿qué tienen que decir los políticos? Pues nada, ellos van a lo suyo.
 
Dice: “La ministra Darias se irá sin haber avanzado ni obtenido ningún texto sanitario legislativo relevante… la política eficaz debe acabar en soluciones, no sólo en estrategias”.
Digo: Se le debería caer la cara de vergüenza; tendría que haber dimitido o tendrían que haberla cesado hace ya mucho tiempo.
 
Extraído del editorial “Las leyes sanitarias se quedan en el cajón”, de Santiago Quiroga, en “El Global”: https://elglobal.es/opinion/las-leyes-sanitarias-se-quedan-en-el-cajon/
 

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