(AZprensa)
Para los políticos la única forma de frenar el crecimiento de las resistencias
a los antibióticos sólo pasa por recetar menos antibióticos, y no por incentivar
la investigación para el descubrimiento de nuevos antibióticos. Así, han
mostrado su satisfacción al analizar los resultados del Plan Nacional frente
a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), destacando que el consumo de
antibióticos ha bajado en España por primera vez en los últimos años, en
concreto un 5,42 por ciento desde 2015, una bajada “significativa” en términos
de dosis diaria por cada mil habitantes y día.
Además,
en algunas comunidades autónomas, la reducción del consumo ha superado el 10
por ciento, y los programas puestos en marcha en determinadas comunidades han
logrado un descenso de hasta el 27 por ciento en el número de prescripciones en
Atención Primaria. De igual forma se ha destacado la reducción de las ventas de
antibióticos en sanidad animal, que ha caído un 17 por ciento desde 2015.
El
hecho cierto es que las resistencias a los antibióticos son un problema grave
de salud y, según las previsiones, podrían causar en el año 2035 tantas muertes
como el cáncer. En el año 2015, por ejemplo, se registraron en España un total
de 2.837 fallecimientos por los efectos relacionados con dichas resistencias.
Sin embargo la ceguera de los políticos que no les deja ver más allá del corto
plazo de su legislatura, les impide tomar medidas a largo plazo como la
incentivación de la investigación en antibioterapia o la educación sanitaria de
la población y de los profesionales sanitarios para que los antibióticos se
utilicen cuando de verdad se necesiten, durante el tiempo necesario y a la
dosis ajustada a cada paciente, haciendo un seguimiento de dicho cumplimiento.
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