domingo, 1 de abril de 2018

El mensajero que pasó de largo


(AZprensa) Lo bautizaron como Oumuamua, que en hawaiano significa “el mensajero de lejos que llega primero” y toda la comunidad científica quedó sorprendida por ese curioso objeto de forma cilíndrica que se acercaba a nuestro sistema solar procedente de otro sistema solar. Sorprendía su enorme velocidad (más de 300.000 km/h), su forma que parecía ser cilíndrica (algunos hablaron de nave extraterrestre), y el hecho de que esa velocidad propia de los cometas, no desprendiera una cola al acercarse al Sol; de ahí que se pensase en su composición metálica y carente de hielo (más especulaciones en torno a tan peculiar “nave espacial”) que, por otra parte tenía unas dimensiones propias de “nave espacial”: 230 metros de longitud y 35 metros de diámetro.

Sin embargo Oumuamua no prestó el más mínimo interés por nuestro sistema solar sino que el 19 de septiembre del pasado año aceleró hasta los 315.400 Km/h escapando a la atracción gravitacional del Sol para alejarse a toda velocidad de nuestro entorno.

En cuanto a su origen sigue siendo un misterio aunque se cree que su procedencia puede estar en algún sistema de planetas gigantes con órbitas inestables, ya que estos son los más propicios a la hora de expulsar estos cuerpos.

La imagen que se adjunta es una recreación en “versión oficial” de cómo debía ser este cuerpo, aunque del mismo sólo han podido determinarse dimensiones y velocidad pero no ha podido apreciarse su forma real. Lo único que ha quedado claro ha sido el desinterés que ha mostrado por nuestro sistema solar y por la raza humana.

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