miércoles, 11 de abril de 2018

No todas las farmacias son un buen negocio


(AZprensa) Existe una creencia popular que considera a los establecimientos de farmacia como un buen negocio, quizás porque a todas horas entran y salen clientes de las mismas y por el precio de muchos medicamentos, aunque la financiación de la Sanidad pública haga que el paciente pague sólo una pequeña parte. Pero el informe “La línea roja de la rentabilidad de las farmacias españolas” realizado por la asesoría especializada en farmacias, ASPIME, viene a desmontar este mito.

En realidad esa línea roja de rentabilidad a la que se refiere el informe, es aquella por la cual los beneficios netos de la farmacia apenas cubren, o no lo hacen, los costes directos ligados a la actividad y las cantidades salariales que estipula el convenio colectivo de farmacias. Traducido esto a euros significa que aquellas farmacias con una facturación anual inferior a 300.000 euros (incluyendo tanto la venta libre como la facturación a la sanidad pública) tendrán unos beneficios anuales inferiores a 25.000 euros y por consiguiente serios problemas de viabilidad, ya que su margen neto después de impuestos se queda sólo en un 6,54 por ciento y apenas si pueden dedicar un uno por ciento de lo facturado a inversiones necesarias para la adecuación y mejora del negocio.

Y por si alguien pensaba que esto afecta sólo a unas pocas farmacias, hay que destacar que en esta situación se encuentran –por ejemplo- el 18 por ciento de las farmacias españolas, concretamente aquellas situadas en determinados entornos rurales e incluso en zonas urbanas con muy poca población.

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