(AZprensa)
En un extremo los laboratorios que sólo piensan en ganar el máximo dinero
posible y encarecen exageradamente las vacunas; en el otro extremo los
movimientos “antivacuna” que demonizan a estos preparados y a sus fabricantes.
Las consecuencias ya se han hecho notar y así lo dicho la comisión de Medio
Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria de la Eurocámara, alertando
sobre los efectos negativos para la salud que se derivan de los “índices de
cobertura insuficientes”.
La
creciente falta de confianza pública en las vacunas y el consiguiente descenso
en los índices de vacunación suponen un “desafío mayor” y ya han traído
consecuencias negativas para la salud, han advertido los eurodiputados, como
los “evitables” brotes de sarampión en varios países.
La
Eurocámara considera, no obstante, que es necesario “incrementar la
transparencia” en los procesos de evaluación de las vacunas, la financiación de
programas de investigación independientes así como en los posibles efectos
secundarios, con el fin de “contribuir al restablecimiento de la confianza” en
la sociedad.
Los
investigadores deberían, en ese sentido, declarar la ausencia de conflictos de
intereses, mientras que en los casos en los que exista ese riesgo puedan ser
excluidos de los paneles de evaluación de las vacunas. Asimismo, las
deliberaciones que tienen lugar en el panel de evaluación de la Agencia Europea
de Medicamentos (EMA) deberían dejar de ser confidenciales.
Los
eurodiputados han remarcado que es “injustificable” que el coste de las vacunas
para niños sea “68 veces más caro en 2014 en comparación a 2001″ por lo que han
mostrado su apoyo al acuerdo existente que permite que las vacunas sean
adquiridas conjuntamente por varios Estados miembros para reducir costes.
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