(AZprensa) Ha sido una joven farmacóloga, Esther Viktoria
Ragnarsdottir quien ha abierto una puerta de esperanza en la lucha contra el
Covid-19 a través de su trabajo presentado en una tesis doctoral en Islandia y
corroborado por investigadores australianos: la ivermectina, un fármaco que ya
está comercializado y es muy barato, es eficaz contra este virus.
La ivermectina se usa para combatir enfermedades
parasitarias como la ceguera de los ríos (oncocercosis) y otras enfermedades
parasitarias propias de los países en desarrollo y sirve tanto para la
prevención como para el tratamiento. Este fármaco es muy económico, de amplio
espectro y ha demostrado su eficacia contra diversas enfermedades con muy pocos
o casi ningún efecto secundario de importancia.
A la hora de estudiar su utilidad en las personas
infectadas por Covid-19, “los resultados han sido bastante prometedores,
especialmente si el fármaco se toma al principio del proceso de la enfermedad”,
han explicado.
Como este fármaco se usa mayoritariamente en África y
este continente se ha visto muy poco afectado por la actual pandemia, los investigadores
se preguntan si existe alguna relación entre el uso generalizado de este
medicamento y la resistencia de las personas frente a la infección por
Covid-19. De hecho se ha visto cómo las personas que padecen enfermedades
parasitarias no están infectadas por Covid-19 o el porcentaje de infectados
entre ellos es mucho menor.
Puede que no haya una sola explicación sino varias, y sea
la suma de todas ellas las que conduzcan a esta mayor inmunidad a los efectos
del virus. La ivermectina se utiliza ampliamente en muchas regiones de África y
durante mucho tiempo, ya que la gente suele tomar el medicamento durante 15
años o el tiempo que el parásito tarde en morir. Pero además hay que tener en
cuenta que la población de África es mucho más joven que la del mundo
occidental y están acostumbrados a lidiar con epidemias. Sea como fuere, la
ivermectina abre una nueva puerta a la esperanza… y a muy bajo precio y con
pocos efectos secundarios.
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3 comentarios:
Cuando se publica algo así se debe respaldar con fuentes y enlaces directos a los estudios. De lo contrario es lo mismo que creer en el chamanismo o la astrología.
Algo que es simplemente hipotético no puede tomarse como algo que funciona y mucho menos transmitirlo a los demás como un hecho de facto.
La Organización Mundial de la salud, un organismo descentralizado en donde participan médicos y científicos de todo el mundo ha publicado repetidas veces que la ivermectina no funciona ni como preventivo ni como tratamiento.
En respuesta al comentario anterior: Esta información de "AZprensa" hace referencia a la tesis doctoral de la farmacóloga Esther Viktoria Ragnarsdottir, tal como se cita en la noticia, la cual también fue recogida por el principal periódico de Islandia, Morgunbladet. Por lo tanto sus opiniones (en la tesis doctoral se citan fuentes de otros muchos investigadores que respaldan sus argumentos) son tan respetables como las de aquellos que –también con argumentos- opinen lo contrario.
Continuación al comentario anterior: Eso de “respaldar con enlaces directos a los estudios” es algo que se hace en las revistas científicas, no en la prensa general ni en los blogs (¿alguien ha visto un periódico general que ponga enlaces directos a estudios en cada una de las noticias que publica cada día?). En estos últimos medios lo que sí conviene citar es la fuente de la información, y eso es lo que se ha hecho aquí en esta noticia. Y de igual forma es conveniente citar el nombre de la persona que hace los comentarios.
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