(AZprensa) Cuando la policía investiga un crimen o un deliro y busca al culpable ¿quiénes son los primeros sospechosos? Siempre se comienza a buscar por aquellos que se beneficiarían con ese crimen o delito. Siempre puede haber locos, psicópatas, etc.; pero la mayoría de los delitos tiene un móvil claro: alguien que espera obtener un beneficio con eso.
Traslademos esto a la Dra. Li-Meng Yan, la viróloga que huyó de China, está refugiada en un lugar desconocido de Estados Unidos, y ha destapado que a finales de 2019 un supervisor y consultor de la OMS, el doctor Leo Poon, le ordenó llevar a cabo una investigación secreta cobre un nuevo coronavirus parecido al SARS, que había surgido en China. Ella descubrió que el virus ha sido creado en un laboratorio, que se soltó a propósito, que se sabía desde el principio su peligrosidad y facilidad de transmisión de persona a persona, y así lo alertó a las autoridades chinas y a la OMS pero estas le advirtieron que no traspasase las “líneas rojas”.
¿Cómo ha cambiado su vida? Primero recibió advertencias, después amenazas. Se vio en la necesidad de huir y así lo hizo el 28 de abril. Su marido no quiso –por miedo a las represalias gubernamentales- huir con ella. Al llegar a la aduana de Estados Unidos la interrogaron durante horas y tuvo que contar lo que sabía y advertirles que si la deportaban a China la matarían. Al fin la dejaron entrar en aquél país y buscó un lugar escondido desde donde ha contado lo que ha visto y le ha sucedido. En su país su departamento fue registrado y destrozado, su familia interrogada, sus expedientes académicos borrados, sus trabajos y publicaciones eliminadas… Si se pregunta por ella en embajadas, universidades, etc. sólo se obtienen respuestas como estas: “No conocemos a esa persona”, “No es miembro de esta Universidad”, “No divulgamos información personal”, etc.
Veamos el otro lado de la balanza: ¿Qué ha obtenido de beneficio? Respuesta: Nada. No cobra por las declaraciones que ha hecho. No ha publicado ningún libro. Vive escondida y en la clandestinidad. Se siente amenazada de muerte y atacada desde todos los estamentos. Ha perdido toda su vida anterior, todo su prestigio profesional, todos sus lazos familiares…
A la vista de todo esto, y siguiendo el método policial: ¿La consideraríais sospechosa? ¿Encontráis algún beneficio que haya obtenido? ¿Tiene perfil de psicópata una –hasta entonces- reputada viróloga con muchos artículos científicos publicados en importantes revistas científicas internacionales que las Autoridades chinas no han podido borrar?
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1 comentario:
A mí solo me extraña que, con la aversión que el gobierno de Trump siente contra China, no utilizara esta información tan escandalosa para crucificar a sus enemigos asiáticos.
Por otra parte, científicos de solvencia internacional y nada sospechosos de parcialidad, han declarado que las publicaciones de esta viróloga adolecen de rigor científico y no demuestran nada. Quizá alguún día se sepa toda la verdad sobre le origen de este coronavirus.
Un saludo.
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