(AZprensa)
Lo que importa de verdad es el salario total que recibimos al cabo del año, sin
embargo en un país como España, acostumbrados a las 14 pagas al año (una por
mes más la extra de verano y la extra en Navidad), resulta difícil imaginar
otros escenarios. Claro que si esos escenarios consisten en recibir muchas más
pagas… no habría nada que objetar.
Este
es el caso de un laboratorio farmacéutico (posiblemente haya alguno más, pero aquí
me referiré a este caso concreto) que tenía por costumbre dar 15,5 pagas al
año. Me explicaré: una por cada mes, la
extra de julio, la extra de Navidad… (hasta aquí, como en todas las empresas
españolas)… una paga en octubre y media paga en marzo. De esta forma, cada
empleado recibía una paga extra cada tres meses. Y esto no fue todo, porque
enseguida se incorporó una nueva paga (que podía ser más extra que cualquier otra
extra) y se recibía en el mes de mayo: la paga de “objetivos”, una paga que
cualquier buen trabajador podía conseguir y que, según el grado de cumplimiento
de los objetivos marcados para el año podía suponer hasta un 20 por ciento del
salario anual (¡Un 20 por ciento! o lo que es lo mismo: ¡Hasta el equivalente a
tres mensualidades juntas!)
Como
curiosidad, citar que en una ocasión se sometió a votación entre los empleados
qué modelo de salarios preferían: 15,5 pagas al año como hasta ese momento o
bien recibir todo el sueldo anual (esas 15,5 pagas) repartido en 12 pagas (esto
supondría un salario mensual mucho más alto pero sin pagas extras). En
definitiva, se seguiría cobrando lo mismo pero la forma de repartirlo entre los
meses del año se dejaba a elección de los empleados.
¿Sabéis
cuál fue el resultado de aquella consulta? Hubo mayoría aplastante de votos diciendo
que preferían las 15,5 pagas y media. Como se ve, estaban acostumbrados a que
la empresa ahorrase por ellos para luego darle las pagas extras que venían a
coincidir con momentos clave del año: marzo (vacaciones de semana santa), julio
(vacaciones de verano), octubre (vuelta al cole) y diciembre (Navidad). Eso de
cobrar mucho más al mes estaba bien, pero no se fiaban de sí mismos a la hora
de administrar con prudencia y sabiduría sus ingresos.
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