(AZprensa) Los cálculos en el riñón o litiasis, es
decir, lo que comúnmente se conoce como “piedras en el riñón” sigue siendo uno
de los principales motivos de consulta al urólogo, ya que afectan en algún
momento de su vida al 10% de la población, es decir a más de cuatro millones de
españoles.
Sin embargo, y según la Asociación Española de
Urología (AEU), se estima que esta cifra aumente considerablemente debido al
progresivo abandono de la dieta mediterránea, al elevado sedentarismo y a una
disminución en el consumo de líquidos.
“Aunque la formación de piedras tiene un origen
multifactorial, la dieta y el estilo de vida son dos factores determinantes. Se
sabe, por ejemplo, que hay determinadas zonas donde es más frecuente, como es
el caso de las Islas Baleares, y que el tipo de alimentación y los hábitos
actuales están incrementando el número de casos, que además ya se ha igualado
entre hombres y mujeres”, según el doctor Juan A. Galán Llopis, de la AEU. Esta
tendencia es mucho más marcada en los países con un mayor nivel socioeconómico,
donde no hay falta de alimentos y en los que, además, el ritmo de vida no
facilita la práctica regular de ejercicio físico. Entre los nutrientes que
favorecen la formación de piedras, el doctor Galán destaca “el consumo en
exceso de sal, los hidratos de carbono refinados y los alimentos con proteínas
de origen animal y ricos en oxalato, presentes en los frutos secos, el
chocolate, el té y el café”. Por el contrario, diversos estudios han demostrado
que la ingesta de lácteos no sólo no eleva el riesgo de piedras sino que las
personas que consumen leche y queso presentan menos cálculos de calcio.
La relación entre dieta y litiasis urinaria es tan
estrecha que los expertos se refieren a ésta como una manifestación más del
llamado síndrome metabólico. “A falta de datos concluyentes, se sabe que las
personas con síndrome metabólico, es decir, aquellas que presentan diabetes,
hipertensión arterial, hipercolesterolemia y además son obesas, tienen más
tendencia a la formación de piedras en riñón producidas por ácido úrico y en menor
grado de otros tipos como de oxalato cálcico”, aclara este experto.
La formación de piedras es debida a cambios en la
composición de la orina, ya sea por exceso de sustancias que pueden cristalizar
o por la disminución de los inhibidores de esta cristalización. Es frecuente en
personas de entre 30 y 40 años y existe otro pico de incidencia entre los 50 y
60 años. Tal como explica el doctor Galán, “están apareciendo otros factores,
que hasta hace poco no contemplábamos, como es en personas obesas que se están
sometiendo a cirugía bariátrica para reducir su peso, y que tras la
intervención presentan diarreas y ciertas alteraciones en la absorción de
algunos nutrientes, lo que está incrementando los casos de litiasis en estos
pacientes. Además, tenemos a las mujeres postmenopáusicas, en las que se unen,
por un lado, la descalcificación propia de la menopausia y, por otro, la
medicación que toman para la osteoporosis, suplementos de calcio y vitamina D,
que también pueden aumentar, en algunos casos, el riesgo de sufrir este
trastorno”.
Aunque los factores genéticos también tienen una
relación directa, ya que se ha visto que las personas con antecedentes
familiares tienen mayor predisposición a desarrollar, no es tan determinante
como la dieta y los hábitos de vida.
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